Mueren 24 personas y decenas resultan heridas en el incendio de una discoteca en Lima
La sala de fiestas, la más moderna de la capital peruana, incumplía las normas de seguridad
La discoteca más moderna de Lima, ubicada en un centro comercial para gente pudiente, se convirtió ayer en un infierno que produjo más de 24 muertos y cerca de 60 heridos. Se llamaba Utopía. En el espectacular escenario había de todo. Un león, un mono y un caballo enjaulados. Mil personas bailaban frenéticamente. En eso le tocó el turno a la música trans y tres pinchadiscos entraron en acción, combinando todos los sonidos posibles de música electrónica. Alrededor de las 2.30 de la madrugada, uno de ellos desencadenó la tragedia cuando se dispuso a tragar fuego y soplarlo al escenario.
El pinchadiscos activó un mecanismo manual dentro de la cabina. Pero allí todo era inflamable. La cabina se convirtió en un círculo de llamas, pero aun así la gente aplaudía aquel insólito espectáculo, aquellos fuegos, que creían artificiales. Luego vino el espanto.
Las llamas se extendieron en cinco minutos por toda la discoteca. Y se produjo el desastre. La gente pugnaba por salir de la discoteca. No había salidas de emergencia. La única vía de escape simulaba un túnel por el que los mil asistentes pugnaban por salir. A las 3.17 de la madrugada se confirmó la primera muerte por asfixia. La tragedia ha dejado consternado a todo el país. La mayoría de víctimas son jóvenes de entre 20 y 30 años de edad.
A la zona llegaron cerca de 400 bomberos y agentes de la policía para iniciar los trabajos de rescate y evacuación. Cuatro jóvenes fueron encontrados muertos en la discoteca y el resto fue muriendo durante el traslado a los hospitales y clínicas más cercanas. La discoteca no contaba con licencia de funcionamiento y, aunque tenía una capacidad para 400 personas, esa noche permitieron el ingreso de más de un millar.
Carlos Dargant, alcalde de Surco, distrito al que pertenece la discoteca, acusó de negligentes a los administradores del local, que no contaba con ningún sistema de seguridad. 'Existe una gran negligencia de los administradores, ya que ni siquiera habían señalizado las vías de escape en la discoteca'.
Dargant aseguró que el municipio había solicitado la clausura de dicho local, pero que una orden judicial dejó su pedido de lado. Asimismo, dijo que la municipalidad cumplió con enviar una serie de oficios que obligaban a la instalación de todas las medidas de seguridad que este tipo de locales requiere. Sin embargo, los dueños hicieron caso omiso.
Por su parte, el comandante general de los bomberos de Perú, Tulio Nicolini, lamentó la tragedia, tras señalar que la ahora tristemente famosa discoteca Utopía no cumplía con las normas internacionales de seguridad. 'Éste es un desastre anunciado', dijo Nicolini, quien confesó su frustración en sus intentos por sensibilizar a las autoridades para que sea restablecida la norma mediante la cual los bomberos tengan la posibilidad de controlar la seguridad en este tipo de locales. 'Lamentablemente, las autoridades hacen oídos sordos'. 'No entiendo cómo se pudo programar un espectáculo con fieras enjauladas y exposición de bolas de fuego. Hay que estar loco', sentenció.
'Tenemos que esperar que estas desgracias ocurran para tratar de aplicar sanciones y medidas enérgicas', dijo, y confirmó, asimismo, que la discoteca no contaba con extintor ni zonas de evacuación debidamente señalizadas y exhortó a otros locales públicos para que en el más breve plazo adecuen sus normas a la legislación internacional de seguridad y demandó a las autoridades que exijan que éstas se respeten.
Sanciones severas
El presidente del Perú, Alejandro Toledo, lamentó ayer lo sucedido y anunció sanciones severas para los responsables. 'Estoy profundamente consternado por la desgracia sucedida anoche, y aunque sé que estas palabras no pueden reparar el dolor que deben estar sintiendo los familiares de las víctimas, anuncio que caerá todo el peso de la ley contra los irresponsables que administren locales al margen de la ley'.
La tragedia de la discoteca Utopía revivió ayer el incendio que en diciembre del pasado año acabó con la vida de 289 personas en una zona comercial del centro de la capital peruana. En aquella ocasión fueron varias toneladas de fuegos artificiales almacenadas de forma clandestina para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo la causa de la catástrofe. En cuestión de minutos, explosiones en cadena desataron el peor incendio que se recuerda en Lima en los últimos 40 años y en el que los bomberos tuvieron grandes dificultades para actuar debido a la falta de agua de los sistemas de extinción de incendios de la ciudad.
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