Un incendio en unas galerías comerciales del centro de Lima deja 289 muertos
Toledo visita dos veces la zona del siniestro y prohíbe la producción, importación y venta de productos pirotécnicos
Los equipos de socorro han recuperado 289 cadáveres de los edificios afectados por un incendio declarado á última hora del sábado (de madrugada en España) en el centro de Lima y las autoridades temen que esa cifra aumente conforme avanza la retirada de escombros, según ha informado el Instituto de Defensa Civil (INDECI). El fuego, de dimensiones descomunales, se originó en un lugar repleto de casetas de madera y vendedores ambulantes de material pirotécnico y que estaba plagado de gente que ultimaba sus compras.
Además, hay una treintena de desaparecidos y 160 heridos y un miembro de la Defensa Civil que participa en la retirada de los escombros ha indicado que los bomberos y voluntarios no han entrado todavía a los sótanos y los pisos altos de algunos de los edificios siniestrados, donde se teme que haya más cadáveres atrapados.
El presidente peruano, Alejandro Toledo, se ha desplazado hoy dos veces a la zona conocida como Mina de Oro, en el centro de Lima, para supervisar las tareas de rescate. En el lugar también se encuentra el ministro del Interior, Fernando Rospigliosi. Por su parte Doris Sánchez ha anunciado que el Ejecutivo correrá con los gastos de los sepelios.
El incendio, que ha destruido dos edificios, viviendas y decenas de automóviles, se ha desatado a las 17.30 de la tarde (hora local). Los casi 500 bomberos, que han luchado contra cinco frentes de fuego, ya han controlado el incendio, pero han tenido serios problemas para extinguir las llamas debido a la falta de agua.
Un comerciante de la zona ha relatado cómo el incendio comenzó al estallar petardos que vendían comerciantes ambulantes en la entrada de las galerías comerciales. Asegura que el fuego se expandió en segundos y que muchas personas quedaron atrapadas en los pisos superiores de los edificios. Ante la desesperación, unas 20 personas se lanzaron desde uno de los edificios afectados.
Los bomberos han enviado más de 40 vehículos para intentar apagar las llamas, mientras que la policía ha desplegado decenas de efectivos para evitar desmanes y saqueos en la zona, de gran movimiento comercial durante las fiestas de fin de año.
Al parecer, la mayoría de los fallecidos ha muerto por asfixia y sus cadáveres han quedado completamente calcinados. Otros, han perdido la vida al arrojarse desde los últimos pisos de los dos edificios en llamas ante la desesperación.
Pirotecnia ilegalizada
Alejandro Toledo ha anunciado que a partir de hoy queda totalmente prohibida en el país la producción, importación y venta de productos pirotécnicos.
"A partir de ahora queda terminantemente prohibido producir a nivel nacional e importar cualquier objeto pirotécnico. No podemos continuar perdiendo las vidas de nuestros hermanos y hermanas", ha manifestado el presidente tras su recorrido por el lugar de la accidente.
Al llegar al lugar, ubicado a pocas manzanas del Palacio de Gobierno de Lima, Toledo dijo brevemente que la situación en la zona "era terrible", tras lo cual avanzó entre los escombros protegido por numerosos guardias de seguridad.
Toledo ha dicho que el incendio "es un desastre terrible para Perú" y ha pedido a sus compatriotas "tener la serenidad y firmeza para tomar decisiones ahora".
El presidente impulsará "una investigación clara" sobre cómo se inició el desastre y dijo que su Gobierno asumirá todos los gastos de sepelio de los fallecidos, a través de la Beneficencia Pública.
"Esta es una tragedia nacional que me conmueve profundamente, que va más allá de Perú. Yo invoco a nivel nacional a que tengamos la solidaridad, a que extendamos las manos, ante un acto de enorme tristeza nacional", ha comentado Toledo.
El Ministerio Público ha señalado que ha iniciado las investigaciones para conocer las causas que han originado el siniestro y determinar la responsabilidad que pudieran tener algunas personas y el presidente ha declarado dos días de duelo nacional por esta tragedia.
Según las primeras informaciones, el incendio se produjo como consecuencia de un cúmulo de negligencias de autoridades y comerciantes.
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