58 españoles muertos desde 1990 en accidentes pirotécnicos

Pedro Vicente Far, de 41 años, es la última víctima de un accidente pirotécnico, ocurrido en la población alicantina de Benidoleig, donde otras cuatro personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, al estallar el remolque en el que transportaban petardos para celebrar la fiestas patronales.

Hasta esta mañana, el último accidente con víctimas mortales había tenido lugar el 15 de marzo pasado en una empresa pirotécnica de Bétera (Valencia), en la que un trabajador de 37 años falleció tras sufrir heridas en el 95 por ciento de su cuerpo.

En los últimos 11 años en España han fallecido tres niños, uno de ellos de seis meses, alcanzado en Vitoria por un cohete de feria, al igual que Alfonso Lázaro, de 13 años, muerto en el estadio de Sarría cuando presenciaba un partido de fútbol entre el Español y el Cádiz.

El otro menor fallecido, de 11 años, murió en Níjar (Almería) el 26 de mayo del pasado año cuando su propio padre lanzó un cohete que desencadenó la tragedia.

La mayoría de los fallecidos en España en los últimos 11 años son trabajadores y propietarios de fábricas de material pirotécnico, 23 de las cuales han sufridos accidentes con repercusiones mortales desde 1990.

Uno de los accidentes pirotécnico más graves en España ocurrió el 19 de agosto de 1989 (año en el que murieron un total de 18 personas por este mismo motivo) cuando perdieron la vida diez personas, entre ellas dos niñas de corta edad al estallar un coche cargado de cohetería en el aparcamiento del hipermercado Pryca, de San Juan (Alicante).

Entre los accidentes más recientes se encuentra el ocurrido el 24 junio de 2000 cuando una joven murió como consecuencia de las heridas que le provocó el impacto de un cohete de caña en su pecho durante las fiestas de San Juan en Arenys de Mar (Barcelona).

Entre los accidentes más graves, por el número de víctimas mortales, ocurridos desde 1990 figuran el acontecido el 15 de mayo del 2000, cuando siete personas murieron y nueve resultaron heridas en la empresa pirotécnica Hermanos Borredá, de Rafelcofer (Valencia).

Cinco muertos fue el resultado también de la explosión el 4 de mayo de 1998 de un taller de pirotecnia en la localidad de Huerres en el municipio asturiano de Colunga.

En Vidreres (Gerona), cuatro personas fallecieron el 3 de junio de 1993, en una explosión ocurrida en la empresa Brau, mientras tenían lugar tareas de descarga del material de la fábrica.

El 28 de marzo de 1992, cinco personas murieron también al estallar material pirotécnico que unos trabajadores cargaban en un camión de transporte en una empresa pirotécnica de Turis (Valencia).

La tragedia se repetía el 20 de noviembre del mismo año, al volar una fábrica pirotécnica en las afueras de Bollullos Par del Condado (Huelva) donde cinco personas perdieron la vida.

El 12 de marzo de 1998, el Boletín Oficial del estado (BOE) publicó el nuevo reglamento de explosivos, que incorpora una larga lista de instrucciones técnicas relacionados con el funcionamiento del sector, desde la forma de construir los almacenes hasta las condiciones de las casetas de venta de productos pirotécnicos.

Asimismo, el nuevo reglamento endurece el régimen sancionador para las empresas que vulneren la normativa, y por lo que pueden ser sancionadas con multas de hasta 100 millones de pesetas o la suspensión de sus actividades.