Los secuestros rápidos y al azar se multiplican en Buenos Aires

Los nueve millones de habitantes del Gran Buenos Aires viven inquietos por la multiplicación de los secuestros exprés. La nueva modalidad delictiva, habitual en las grandes ciudades de Colombia y de Brasil, se distingue porque las víctimas suelen elegirse al azar en barrios pobres o ricos, permanecen en cautiverio pocas horas y recuperan la libertad por sumas bajas, que oscilan entre 250 y 5.000 euros. Este año, en Argentina, fueron secuestradas 121 personas. La policía detuvo el fin de semana a una banda de secuestradores.

El presidente, Eduardo Duhalde, recibió ayer en la Casa Rosada, sede del Gobierno, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y al ministro de Seguridad, Juan José Álvarez, para discutir medidas contra la creciente inseguridad urbana. Solá admitió que la policía bonaerense, conocida por su corrupción y sus métodos brutales de represión, se encuentra 'desbordada'. Durante el fin de semana pasado se registraron cinco crímenes en el Gran Buenos Aires. Una de las víctimas fue un joven de 23 años secuestrado en la capital y asesinado en los suburbios, pese a que su familia pagó el rescate de 1.000 pesos (280 euros).

Buenos Aires se distinguía en Latinoamérica, hasta mediados de la década pasada, por su seguridad, pero los delitos y sobre todo la violencia comenzaron a crecer al compás del aumento del paro y de la crisis iniciada en 1998. Los secuestros no eran comunes hasta este año. Los delincuentes solían robar bancos o asaltaban a una víctima en la calle y la llevaban hasta un cajero automático para que retirase dinero. Pero el corralito (congelación de depósitos), instaurado en diciembre, dejó a las entidades financieras sin efectivo y ha llevado a que las personas guarden los ahorros en sus hogares. Por eso nacen los secuestros exprés.

El aumento de la delincuencia suele adjudicarse al incremento de la pobreza, que afecta a la mitad de los 36 millones de argentinos, pero este fin de semana sorprendió la noticia de que las fuerzas de seguridad desarticularon una banda de secuestradores millonarios. Estaba compuesta por 24 integrantes, 11 de los cuales están prófugos, que conducían coches lujosos o camionetas todoterreno y vivían en los barrios ricos y cerrados de las afueras de Buenos Aires.

La banda que ha sido desarticulada obtenía 5.000 dólares (cerca de 5.000 euros) por día y solía atrapar a conductores de coches caros.