Los campesinos mexicanos logran que se revise la expropiación de sus tierras

La marcha atrás del Gobierno mexicano representa una victoria para los campesinos de San Salvador Atenco, sublevados contra la construcción de un nuevo aeropuerto que supondría la expropiación de sus tierras. El Ejecutivo propone hacer 'replanteamientos' para 'tratar de encontrar alternativas al conflicto', aseguró ayer el secretario de Gobernación, Santiago Creel. Se trata de 'hacer viable el proyecto' más que de renunciar a él.

Las condiciones de la expropiación serán revisadas. El Ejecutivo ofrece un mejor precio por sus tierras (en lugar de los 70 céntimos de euro iniciales), además de su vinculación al proyecto, viviendas y centros educativos, según explicó Santiago Creel después de reunirse con el presidente mexicano.

Uno de los líderes del movimiento, Ignacio del Valle, llamó a la 'reapertura del diálogo' con el Gobierno y a 'terminar con las diferencias de una forma pacífica y cordial'.

Los 19 funcionarios y policías tomados como rehenes por los campesinos el pasado jueves, cuando se sublevaron, fueron puestos en libertad. Entre ellos se encontraba el subprocurador de Justicia del Estado de México.

Los 14 campesinos detenidos ese día durante violentos enfretamientos entre la policía, que ayer seguía movilizada en la zona, y los campesinos armados con machetes y cócteles mólotov fueron también liberados. A su llegada a San Salvador Atenco, fueron recibidos por los vítores de la comunidad congregada en la plaza central, presidida por un mural del líder campesino revolucionario Emiliano Zapata.

La expropiación de las 4.000 hectáreas de tierras agrícolas fue anunciada en octubre. Ciudad de México tiene 22 millones de habitantes y cuenta con un solo aeropuerto internacional de dos pistas, que está a punto de llegar a la saturación y no puede ser ampliado porque se encuentra al lado de barrios residenciales.