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La dimisión del ministro de Exteriores acelera la crisis del Gobierno turco

Ecevit evita la renuncia del titular de la cartera de Economía

El primer ministro turco, el socialdemócrata Bulent Ecevit, parecía abocado ayer a disolver el Gobierno de coalición por la pérdida de apoyos en su propio partido. Tras ser abandonado por seis ministros y cerca de 40 diputados del Partido de la Izquierda Democrática, recibió el mazazo de la renuncia del jefe de la diplomacia, Ismail Cem, artífice de la política de acercamiento de Turquía a Grecia y a la UE. Pero el ministro de Economía, el experto independiente Kemal Dervish, retiró su dimisión tras reunirse con el primer ministro.

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Con Cem y Dervish fuera del Gobierno y dispuestos a crear un nuevo partido de centro-izquierda junto con el ex viceprimer ministro Hussametin Ozkan, quien desencadenó el lunes la ola de dimisiones en las filas socialdemócratas, el Gobierno de Ecevit parecía amortizado a primera hora de la tarde de ayer.

La dimisión de Cem, de 62 años, precipitaba la ruptura del ala más prooccidental y europeísta de su partido, en tanto que la renuncia del ex vicepresidente del Banco Mundial Dervish, de 53 años, suponía la pérdida de credibilidad ante los mercados internacionales en medio de la peor crisis económica de Turquía desde 1945.

A pesar de la grave enfermedad que le ha tenido apartado de su despacho oficial más de dos meses, Ecevit, de 77 años, reaccionó ayer con agilidad política y se reunió con el presidente de la República, Ahmet Necdet Sezer, antes de convocar con urgencia al ministro de Economía. Sin ofrecer mayores explicaciones, Dervish cambió de opinión y retiró su renuncia al cargo. 'El primer ministro me ha pedido que continúe en el puesto', declaró lacónicamente a la agencia oficial de noticias Anatolia. Poco después, Ecevit lanzaba un llamamiento a los ministros y diputados que le habían abandonado para que regresaran 'bajo las alas de la paloma blanca' en referencia al emblema de su partido.

Coalición estable

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La coalición de Gobierno que dirige Ecevit desde 1999, formada por socialdemócratas, conservadores y nacionalistas de ultraderecha, se ha mostrado como una de las más sólidas de la reciente historia política turca, sobre todo tras las convulsiones de la anterior legislatura, cuando los islamistas representaban la principal fuerza parlamentaria.

Pero la enfermedad de Ecevit, que obligó a hospitalizarle en dos ocasiones y que le ha forzado a dirigir el país desde su casa, desencadenó una crisis larvada en el Gobierno tripartito. Los ultraderechistas del Partido Movimiento Nacional han frenado la aprobación de las reformas legislativas exigidas por la UE para abrir las negociaciones de adhesión con Turquía. Ante este bloqueo, la oleada de defecciones en el Partido de la Izquierda Democrática iba dirigida, según los columnistas políticos de la prensa turca, a formar un partido de centro-izquierda. Esta formación debería intentar concurrir con éxito en unas elecciones anticipadas al próximo otoño para expulsar del poder a los nacionalistas de extrema derecha. Los comicios adelantados eran vistos, además, como un auténtico referéndum sobre la relación entre Turquía y la UE.

Ecevit, sin embargo, parece haber seguido apostando por la estabilidad en el Ejecutivo, mientras se negocia con el Fondo Monetario Internacional la concesión de un crédito de 16.000 millones de euros vital para la economía de Turquía. Al mismo tiempo, el veterano primer ministro ha tenido que tener en cuenta los planes de Estados Unidos para atacar al régimen de Sadam Husein. La base aérea de Incirlik, en el centro de Anatolia, y los accesos al norte de Irak, controlado por milicias kurdas desde la guerra del Golfo, son claves para lanzar cualquier operación de castigo contra Bagdad.

La dimisión de Ismail Cem como jefe de la diplomacia turca supone un duro golpe a la estabilidad del Gobierno de Ecevit. Educado en Europa, Cem sorprendió a los turcos hace 25 años cuando dirigió la televisión estatal con mano liberal y democrática. Único diputado socialdemócrata en el distrito islamista de Kayseri, en Estambul, es un feviente partidario de la incorporación de Turquía a la UE. Tras los trágicos terremotos que sacudieron a su país y a Grecia en 1999, Cem sentó las bases de unas nuevas relaciones con Grecia basadas en la cooperación regional.

El ex ministro de Exteriores Ismail Cem, el miércoles en Ankara.
El ex ministro de Exteriores Ismail Cem, el miércoles en Ankara.REUTERS

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