Gritos y protestas en la sesión del Senado dedicada a la renuncia de Pinochet

Con incidentes comenzó la sesión ordinaria del Senado chileno que debía formalizar, el pasado martes, la renuncia del ex dictador Augusto Pinochet a su escaño vitalicio en la Cámara alta. El orden se alteró cuando el secretario del Senado, Carlos Hoffmann, leía el oficio que daba cuenta de la dimisión del general retirado. Por un acuerdo adoptado en una reunión previa de comités, se resolvió no leer el texto de la carta que Pinochet envió hace hoy una semana al presidente del Senado, Andrés Zaldívar, en la que daba cuenta de su decisión y la fundamentaba en su mala salud y en el 'implacable paso de los años'. En el momento en que el secretario leía el oficio, el diputado socialista Fidel Espinoza levantó un cartel con la leyenda 'Pinochet mató a mi padre'.

Por su parte, comunistas que asistían al acto levantaron otro que decía 'Pinochet, loco pillo' y lanzaron octavillas sobre los parlamentarios. De forma simultánea, los detractores del ex dictador que se encontraban en las tribunas comenzaron a gritar 'asesino, asesino', mientras familiares de los detenidos desaparecidos trataron de alzar listas con los nombres de las víctimas de la dictadura de Pinochet (1973-1990). Esta acción se frustró porque la policía arremetió contra ellos y en medio de forcejeos, gritos e insultos arrastró a varios hacia afuera, a pesar de los intentos de mediación que hizo el senador socialista Jaime Naranjo.

Los partidarios de Pinochet, que eran numerosos en las gradas, presenciaron en silencio los incidentes y sólo cuando la policía triunfaba en su empeño de sacar a los detractores comenzaron a dar vivas al general. Tras los incidentes ocurridos en la tribuna no se sabe si se llevará a cabo el debate, en el que están previstas la participación de siete senadores de distintos partidos.