Rosa Regàs traza un recorrido por los 'paraísos literarios'

'Escribir una novela es lo más innecesario del mundo. Entonces, ¿por qué escribe un escritor? ¿Qué le ocurre para que no pueda dormir si no escribe una historia absolutamente innecesaria?'. Con estas cuestiones inauguró ayer la escritora Rosa Regàs la decimoquinta edición de los Cursos de Verano de El Escorial con su conferencia Los paraísos literarios.

'Los escritores necesitamos contar un historia distinta, precisa, que llevamos dentro. Queremos escribir para recuperar el tiempo perdido, para comprender el paso del tiempo', dijo. Regàs, premio Planeta 2001 por La canción de Dorotea, explicó que el escritor necesita ver la realidad como símbolos en vez de como realidades mismas. Y señaló que lo que hace es 'buscar paraísos perdidos dentro de sí mismo'. 'Debe de existir una habitación dentro de nosotros, un cuarto oscuro, que hemos vivido pero olvidado'. Añadió que el escritor hurga dentro de este agujero y encuentra algo desconocido, porque el tiempo lo ha transformado, y con esos elementos crea un mundo nuevo, que transciende al mundo real y que proporciona un conocimiento no científico pero si poético de la vida.

La autora afirmó que la obra de creación tiene la grandeza de extender el proceso creativo a todos los que han participado en él, es decir, a los lectores, que llevan a cabo también su propio proceso creativo. Regàs, que dijo que escribir 'es un proceso doloroso', concluyó: 'Escribir es recuperar lo olvidado -el paraíso perdido- para convertirlo en paraíso literario'.

Por la mañana, el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, que participó en el encuentro Nuevas libertades, nuevas expresiones culturales, disertó sobre la cultura en los años ochenta. 'La época de la movida madrileña fue particularmente fascinante. Con una creatividad formidable, probablemente no igualada hasta el momento', señaló De Cuenca.