158 toxicómanos han pasado por el centro Hontza durante los seis primeros meses
Cáritas dispone de tres pisos de apoyo a tratamientos de desintoxicación de drogodependientes sin recursos familiares o sociales. Mantiene un piso de inserción y gestiona el centro de noche Hontza, de atención socio-sanitaria. Este local abrió sus puertas por vez primera el 4 de julio pasado y tuvo que cerrarse tras 14 noches de funcionamiento por la presión vecinal.
Se reabrió en medio de la polémica en diciembre último y desde entonces el ritual nocturno no ha cesado de repetirse. Varias patrullas de la Ertzaintza patrulla el lugar para proteger a los trabajadores de Cáritas y a los toxicómanos sin techo. Grupos de vecinos del barrio de Zamakola que se oponen el centro protestan y en varias ocasiones las concentraciones han terminado en trifulca.
El pasado 20 de mayo se registró el incidente más grave, cuando la Ertzaintza detuvo a dos vecinos después de que los agentes se vieran rodeados por personas que les lanzaron estacas de madera, piedras, botellas, huevos, la base de hormigón de una sombrilla y hasta una lámpara de bronce. Unos días después, el 4 de junio, se produjo el el último percance hasta la fecha. Cáritas expulsó del centro a un usuario que portaba una pistola 'de juguete'. El arma falsa cayó al suelo cuando el toxicómano abandonó el vehículo del voluntario que le transportaba al centro.
Los responsables de Cáritas pasaron de puntillas sobre Hontza cuando ayer resaltaron los datos del informe de 2001. 'En drogodependencias se trabajó con 84 personas, más 107 personas distintas que acudieron al centro Hontza en los meses de julio y diciembre pasados'. Y más adelante añadieron que los recursos económicos dedicados a las actividades de drogodependencias ascendieron a 313.404 euros. 'Ya sabía que me lo ibais a preguntar', se rindió Gonzalo Rodríguez, coordinador general de gestión de Cáritas en la conferencia de prensa. '158 usuarios justifican el centro Hontza', fue su respuesta. Señaló que, como está previsto, la atención se trasladará el próximo mes de diciembre a otras instalaciones junto a la Iglesia de San Antón. Y recordó que el Ayuntamiento y la Dirección de Drogodependencias del Gobierno vasco apoyan Hontza.
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