El número de personas atendidas por Cáritas aumentó un 23% en Vizcaya el pasado año

Cáritas, la organización de acción social de la Iglesia, atendió en Vizcaya el pasado año a 8.383 personas en situación de exclusión, lo que supuso un incremento del 23,3% respecto a 2000. Los programas de atención a los sin techo llegaron a duplicar su actividad y acogieron a 1.865 personas (un 23% del total). La pobreza afecta cada vez más al colectivo joven y la edad media se situó entre los 25 y 39 años. El porcentaje de mujeres superó al de hombres, 53,7% frente a 46,3%. También aumentó la presencia de inmigrantes, que fueron el 34,4% de los atendidos, el doble que en 2000.

El informe de actividades de Cáritas correspondiente al pasado año en Vizcaya presenta una conclusión clara: cada vez es mayor el número de personas que sufren la exclusión social y requieren ayuda. Así los pusieron de manifiesto ayer sus responsables, durante la presentación del balance ante los medios de comunicación. Gonzalo Rodríguez, coordinador general de gestión, quiso resaltar que ante el crecimiento de la pobreza aumenta también la solidaridad. En 2001 se incorporaron 316 nuevos voluntarios, lo que permite a Cáritas disponer actualmente de 1.710, de los que el 82% son mujeres.

Asimismo aumentaron las aportaciones particulares hasta llegar a sumar cerca de cuatro millones de euros. Esta cifra supone el 65% de la financiación total, ya que Cáritas gestionó a lo largo de 2001 cerca de seis millones de euros.

Entre las personas atendidas por Cáritas predominan los jóvenes (40%), los residentes en Bilbao y Margen Izquierda (61%), las personas solas (31%) y quienes carecen de estudios (47,7%) y presentan deterioro de la salud mental (5%), detalló la coordinadora general de Intervención, Eli Elordi. La acción de Cáritas alcanzó asimismo a 2.127 extranjeros de origen extracomunitario.

Llama la atención el número de los procedentes de Ámérica Latina (752 mujeres y 556 hombres) que superaron a los provenientes del resto de España (611 y 575, respectivamente). Las dificultades para conseguir el permiso de residencia propicia la exclusión social y laboral y parece avalarlo el hecho de que el 62,3% de los que acudieron a Cáritas carecía de papeles. Sólo un 19,7% disponía de ellos.

Un taller para inmigrantes

Cáritas puso en marcha el pasado año el taller de empleo de albañilería, un novedoso programa de ayuda y formación que pretendía formar en una ocupación con amplia salida laboral a un grupo de seis inmigrantes y facilitar la regularización a través de un contrato laboral. Sin embargo, el pasado mes de febrero tuvo que cerrar el taller tras las reformas introducidas en la Ley de Extranjería, que impide la contratación laboral si se carece de permiso de trabajo.

Otra de las iniciativa innovadora fue el proyecto vivienda Teilape, que trata de hacer frente a la dificultad para acceder a pisos de alquiler y rentas altas con dos viviendas puente; una en Bilbao y otra en Sestao, que acogen a menores y adultos. Cáritas destinó el 22,8% de sus ayudas a necesidades urgentes de vivienda. Un tercer plan que arrancó en 2001 fue un programa consistente en transformar los roperos en tiendas de prendas de segunda mano. Se han abierto seis, que han posibilitado la creación de 14 puestos de trabajo. El proyecto de empleo Itun, enmarcado en la iniciativa europea Equal, fue otra de las novedades. Además, se consolidaron los programas ya existentes.

Por otra parte, se atendió a 1.847 personas en búsqueda de empleo (un 15% más que en el ejercicio anterior) y otros 1.020 participaron en cursos de formación en alguno de los 14 centros en funcionamiento con el fin de facilitar su inserción social. Además, se relizaron labores de acompañamiento a 267 personas mayores, 425 más fueron atendidas por el servicio jurídico y 181 por el psicológico.

Cooperación internacional

La primera partida del presupuesto de Cáritas en Vizcaya (un 20%) se destinó a la Acción Social de Base, seguida de los fondos para inserción laboral (17%) y cooperación internacional (12%), entre otros capítulos.

Precisamente, este gasto es el que se lleva casi la mitad del presupuesto de Cáritas en Guipúzcoa. Un portavoz de la organización señaló que el pasado año se destinaron 2.068.000 euros de un total de 4.973.000, para, fundamentalmente, ayudas de emergencia en El Salvador, México, India y Eritrea.

Durante el mismo periodo se atendieron en Guipúzcoa a unas 8.000 personas en los distintos programas, y de ellos 1.200 fueron inmigrantes.