La compañía Xerox protagoniza otro fraude contable en Estados Unidos
La empresa anotó anticipadamente ingresos por importe de 6.000 millones de dólares
Una auditoría encargada por la Comisión de Valores estadounidense (SEC) sobre las cuentas del fabricante de fotocopiadoras y servicios para oficinas Xerox ha revelado que la firma anotó ingresos anticipadamente durante cinco años por importe de 6.000 millones de dólares. La empresa anunció ayer que revisaría a la baja su beneficio en 1.400 millones de dólares entre 1997 y 2001.
Wall Street se desayunó ayer con un nuevo caso de contabilidad creativa, al trascender que Xerox había adelantado en el tiempo ingresos futuros. El vaivén contable se produjo a lo largo del periodo comprendido entre 1997-2001 y ascendió a 6.000 millones de dólares, según el diario The Wall Street Journal. El grupo anunció ayer que rebajaba en 1.400 millones de dólares su beneficio antes de impuestos entre los años 1997 y 2001, y que recortaba su volumen de negocio en un 2%, hasta los 91.000 millones de dólares en dicho periodo.
Los mercados, sacudidos el miércoles con el fraude contable de WorldCom, reaccionaron como si estuvieran curados de espanto. Penalizaron a Xerox, que a media sesión perdía un 10%, pero tiraron al alza de los índices.
Xerox sorprendió a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) con la presentación de resultados correspondientes al periodo 1997-2001 en los que había desajustes de facturación que alcanzaban los 6.000 millones. La SEC llevaba año y medio encima de la empresa, y en una investigación realizada hace dos meses, detectó irregularidades en los contratos de leasing de equipos a largo plazo, ya que el fabricante de fotocopiadoras contabilizó como ingresos actuales facturación futura con el objetivo de cumplir las previsiones de los analistas. En principio, la SEC estimó que Xerox había registrado indebidamente 3.000 millones de dólares en volumen de negocio. La empresa llegó entonces a un acuerdo con el organismo, que establecía el pago de una multa de diez millones de dólares, la cifra más alta aplicada hasta la fecha por violaciones de la información financiera, y fue acusada de engañar y traicionar a los inversores. El organismo de control obligaba además a la firma a rectificar sus cuentas anuales de los años comprendidos entre 1997 y 2000, para ajustar los ingresos irregulares. Como parte del arreglo, por tanto, la SEC obligó a Xerox a realizar una nueva auditoría para el lustro que se ha cerrado con el descubrimiento de que los desfases en facturación alcanzaban los 6.000 millones de dólares.
En el movimiento total de los 6.000 millones en ese tiempo, algunos cayeron en otros ejercicios del mismo lustro, con lo que el resultado neto en pérdidas es de 1.900 millones, prácticamente el 2% de los 91.000 millones facturados entre los años 1997 y 2001. Por la misma técnica, parte de los 1.900 millones serán contabilizados en ejercicios futuros, con el consiguiente resultado positivo, señaló la compañía, que subrayó que 'el valor monetario de los contratos con los clientes no ha variado y no hay impacto sobre el dinero recibido o que se debe recibir'. El grupo estadounidense decidió rebajar ayer en 1.400 millones de dólares su resultado antes de impuesto en el periodo 1997-2000, según informó un portavoz de la compañía.
Xerox revisó también a la baja su volumen de negocio en aproximadamente un 2%, hasta los 91.000 millones de dólares en estos cuatro años. Así, el fabricante de fotocopiadoras registró una pérdida neta de 71 millones y facturó 17.000 millones en 2001.
Ann Mulcahy, nueva presidente de Xerox, que a primeros de mayo aseguró que no cabían esperar más sorpresas con las cuentas de la compañía, dijo ayer que con la presentación de los datos 'Xerox cierra una capítulo difícil de sus historia'. Según ella, ya han quedado resueltos todos los problemas pendientes con la SEC. La primera reacción de los mercados hizo perder un 24% de la capitalización bursátil de Xerox, que luego se recuperó lentamente ayudada por alzas de los índices. Las exageraciones contables de Xerox fueron descubiertas por la auditora PricewaterhouseCoopers, que en octubre sucedió a KPMG, que les había dado el visto bueno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.