Mediterráneos, pero menos

La defensa del concepto 'dieta mediterránea' no ha conseguido incrementar el consumo de frutas y hotalizas, que se ha mantenido estable durante los últimos años. Así al menos lo ha detectado el profesor José Luis Nueno en el estudio El Comportamiento del Consumidor de Frutas y Hortalizas que presentó ayer en la primera jornada de un seminario de La Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC), que se clausura hoy en Valencia. La buena noticia de este primer comentario es que el cambio de hábitos sociales tampoco ha reducido el consumo de los productos verdes, frescos o tratados, que gozan de una 'gran estabilidad'.

El mercado de estos productos supone un negocio anual de algo más de 6.000 millones de euros, de un gasto global destinado a la partida de alimentación que supera los 40.700 millones. Las frutas y hortalizas representan entre un 20% y un 25% de la cesta de la compra de los consumidores españoles, un porcentaje que se reduce hasta el 10%-15% en el caso de los productos frescos. En general, explica, en España hay un 'ligero trasvase' del producto fresco al elaborado, que no significa que el consumo del primero se reduce sino que el del segundo está aumentando. Este cambio se debe en parte a que la 'consumidora habitual' ha pasado de ser el ama de casa de entre 25 y 45 años con hijos a la mujer trabajadora. En su muestreo también ha detectado una baja presencia de los denominados productos de cuarta gama -verdura cortada y envasada- o de quinta gama (precocinados).

En el estudio, basado en el análisis de 5,8 millones de tickets de compra de supermercados, Nueno radiografía el consumo de estos productos por edades, zonas geográficas y características de los hogares. Así, por ejemplo, detecta que el consumidor con menos de 50 años compra más sandías y plátanos, y también más patatas, mientras que el colectivo de más edad se inclina por las frutas más clásicas (naranja, manzana y melocotón). Los más mayores, en cualquier caso, consumen más cantidad de frutas y hortalizas.

Y por zonas geográficas, Castilla León, Cataluña o Navarra son tres de las autonomías en las que se consumen más frutas, mientras que la valenciana se encuentra en segundo lugar por la cola en este tipo de compra en supermercado. Por el contrario, en el apartado de hortalizas la lista invierte su orden y la Comunidad es junto a Cataluña y Canarias las zonas de mayor consumo.

Otra de las conclusiones del muestreo indica que el consumo de estos productos en mayor en los hogares sin hijos y en los que están formados por un solo individuo. Y el nivel de renta, finalmente, no es un factor diferencial aunque los que disponen de menos recursos parecen consumir más productos frescos.

El seminario de AECOC, que reúne a más de 250 profesionales de empresas productoras, transformadoras y distribuidoras del sector hortofrutícola, analiza la evolución y tendencias de este mercado, según recordó ayer Juan Roig, su presidente. Tendencias que detectan una 'clara inclinación' hacia los 'productos más sanos y naturales' al tiempo que aumenta la exigencia de los consumidores sobre calidad y seguridad alimentaria.