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Almodóvar evoca el coche en el cine como lugar para amar y morir

El próximo lunes se entregan los Premios a la Investigación de la Fundación Barreiros

Elsa Fernández-Santos

'En el cine, el coche es un lugar para morir, para amar, y es un lugar de encuentro', afirmó ayer Pedro Almodóvar en la clausura de las conferencias del II Ciclo de Cine sobre el Automóvil en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El cineasta cerró unas jornadas, organizadas por la Fundación Barreiros, que durante una semana han servido para indagar en el coche como icono cinematográfico. Almodóvar citó, entre otras muchas películas, Las chicas del Mini-mini, Sor Citroën y Dos en la carretera.

En un coloquio con el periodista Ángel S. Harguindey, Pedro Almodóvar recordó la muerte en coche de Faye Dunaway en dos películas, Chinatown y Bonnie and Clyde, o las escenas de violencia y sexo con el coche como una referencia en Esplendor en la hierba. 'Hay dos actores que yo vinculo su esplendor en el cine con el coche: son Warren Beatty y Faye Dunaway. En Bonnie and Clyde, el coche es una prolongación física de ellos, al matarles no se ensañan sólo con los dos delincuentes, sino también con su coche. El coche es en sí mismo una amenaza. Siempre he tenido la sensación de que la película es mejor si Faye Dunaway muere abatida por las balas dentro de un automóvil'.

Almodóvar habló del coche como casa, del coche como refugio, del coche como lugar para conocer, del coche como lugar para nacer (como él lo utilizó en el parto de Penélope Cruz en un autobús en Carne trémula), y del coche como escaparate del desarrollo de un país. 'Dos hitos de los años sesenta', dijo, 'que hablan de nuestro enorme desarrollo fueron la aparición del primer biquini en Bahía de Palma y ¡Sor Citroën! ¡Una monja conduciendo un coche! No se puede uno imaginar un país más desarrollado. Ése era el mensaje. En ese momento el cine español no pretendía ser un documento, aunque, finalmente, al menos para mí, lo ha sido de una época'.

Almodóvar cerraba ayer las conferencias de unas jornadas que inauguró el lunes pasado el Nobel de Literatura José Saramago. Entre los asistentes estuvo el historiador Hugh Thomas. El ciclo concluye el próximo lunes con la entrega de los II Premios a la Investigación que concede la Fundación Eduardo Barreiros, que preside Mari Luz Barreiros. Este año, esos premios son a la Figura de Prestigio en el Campo de la Automoción para Magda Salarich Fernández de Valderrama, consejera delegada de Automóviles Citroën España; y el primer premio de investigación en el Campo de la Automoción para Autopía Sistemas Inteligentes de Conducción Automática de Vehículos.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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