_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Volver a las andadas

El pasado martes, tanto en el Congreso como en el Senado, la tan manida cuestión lingüística saltó a la palestra. En el Congreso, una moción de Esquerra Republicana de Catalunya instaba al Gobierno a prestar atención a la 'normalización, presencia, protección y expansión de la lengua catalana'. Y en la misma se hacía referencia a la unidad del valenciano y el catalán. No se produjo ninguna intervención en contra. En el Senado comparecía en la comisión de Educación y Cultura el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha. En el curso de su comparecencia, el ilustre catedrático de Filología se permitió manifestar que el valenciano es una 'variedad del catalán' según la definición que da el diccionario de la RAE. ¡Vade retro! Los senadores valencianos del PP se reunieron para 'valorar' lo manifestado por García de la Concha. Para el senador Vicente Ferrer, el director de la Real Academia de la Lengua era un 'listillo de Madrid' que lo que mejor podría hacer es no meterse en nuestras cosas. Por su parte, el presidente de Lo Rat Penat, Enric Esteve, ha pedido nada menos que su dimisión. ¿No tienen sentido del ridículo? Ya tenemos, pues, de nuevo la trifulca anticatalanista. El caso es que la definición del valenciano que recoge la RAE como una 'variante del catalán' se debe al académico Ricardo Lapesa, paisano nuestro, ya fallecido. Y con elecciones a la vista, mucho nos tememos que el PP y su presidente no abandonen del todo levantar, de vez en cuando, esta bandera para mantener a raya las huestes de UV. El hecho de que sea el senador Vicente Ferrer, antiguo militante de UV hoy en el PP, quien haya salido ante la opinión pública con estas declaraciones, confirma lo dicho. Si a esto unimos la salida, de nuevo, de los radicales del secesionismo, mediante pintadas con amenazas de muerte, podemos volver a las andadas. Siempre le queda a uno la esperanza de que los ciudadanos no vuelvan a caer en la demagogia de estos grupos. Y que los políticos de nuestra derecha demuestren, de una vez, sentido común. Amén.

fburguera@inves.es

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_