Los 'rojos' entran en el Museo Militar

Dos unidades de rojos estupendamente bien pertrechadas y con todo lo que hay que tener han hecho irrupción en el Museo Militar de Montjuïc, plaza que les era hasta ahora más bien ajena. Las dos unidades son el Grupo 26 de la Aviación de Caza de la República, dotada de los célebres aparatos Polikarpov I-15 Chato, y el Regimiento Pirenaico número 1 del Ejército Popular de Cataluña. A ambas se las rememora en una exposición, que incluye también una unidad nacional, el Tercio Montserrat.

Elementos de ambas unidades republicanas (fotografías, mapas, objetos personales, cartas, maquetas) forman parte de la exposición Guerra civil 1936-1939. Recuerdos a la sombra de las banderas, que se exhibirá en el castillo a partir del próximo día 13 (hasta finales de septiembre). Junto a las dos unidades rojas se presenta, en singular desigualdad de fuerzas (sobre todo visto cómo han ido tradicionalmente las cosas en el museo, consagrado históricamente al bando franquista), una única nacional, el Tercio de Requetés Virgen de Montserrat, también con todo lo suyo, incluidos rosario y boina roja.

La idea es presentar juntas estas agrupaciones, integradas las tres en su mayor parte por catalanes, como una forma de mostrar que 'la verdad es poliédrica y hay que mirarla desde todos los lados', como sintetizó ayer el director del Museo Militar, coronel Francisco Segovia.

La exposición está aún en proceso de montaje, pero la impresión al observar ayer el material que se está instalando es que por fin el bando republicano estará presente en el museo, aunque sea de manera provisional, con la atención y el respeto que merece.

Sorprende sin duda ver en el museo un orgulloso maniquí ataviado con la indumentaria de piloto de la República, con aire osado y aventurero, gafas de vuelo incluidas, como sorprende ver decenas de fotos de militares del mismo bando -numerosas las de esquiadores del regimiento pirenaico-, libros con sus testimonios, maquetas estupendas de sus aviones, recuerdos personales y otros muchos documentos, cedidos por los propios ex combatientes.

En la exposición incluso se individualizan los luchadores republicanos y hasta hay espacio para recordar la extraordinaria peripecia de dos mujeres piloto que volaron en ese bando en el grupo de chatos (realizando labores de enlace), Dolores Vives Rodón y Mari Pepa Colomer, ambas alféreces y ambas aún vivas (la segunda reside en Londres, pero se espera que la primera pueda estar presente el día de la inauguración, así como varios otros representantes del lado republicano).

'Hemos querido referirnos a un periodo y unos sucesos dolorosos a través de la memoria de catalanes que estuvieron enrolados en unidades que pelearon', dijo Segovia. 'Están representados los tres protagonistas de aquella guerra', señaló. Y cuando se le miró con sorpresa continuó: 'La aviación republicana, con la unidad de chatos basada en El Prat, como representación del Gobierno que ejerció el poder; los que se sublevaron, el bando nacional, representado por el Tercio de Montserrat, que no lo tuvo fácil aquí, pues se vio obligado a huir y organizar la unidad en Zaragoza; y otro protagonista, el regimiento pirenaico, constituido por la Generalitat para contar con su propio poder militar'.

La exposición, señaló el coronel y director del museo, que se ha encargado también de organizarla, 'no entra en las motivaciones; convertidos en soldados, fueran del bando que fueran, estos hombres hicieron la guerra, y lo que hemos pretendido es ver cuáles fueron sus vivencias'.

La exhibición incluye casi 300 fotos, muchas inéditas; 'fotos de ellos, no de archivos, sino de sus álbumes personales'. El coronel Segovia recordó que el Tercio Montserrat era 'una unidad de choque' y que en una de sus acciones en un sector de la batalla del Ebro, 'tuvo el 71% de bajas'. Dijo que el Regimiento número 1 estaba compuesto sobre todo 'por deportistas', provenientes de diferentes asociaciones deportivas catalanas, incluidas, claro, de esquí. La unidad 'defendió a la Generalitat contra los anarquistas', se integró en la 130 Brigada Mixta y luego en la División 43. Paradójicamente, añadió, 'casi el 10% de los soldados del regimiento que fueron a parar a los campos franceses en 1938 optaron por volver y pasarse al bando de Franco'.

La exposición se complementa con un ciclo de conferencias en el mismo castillo. Después de la que se pronunció ayer mismo sobre Soldados catalanes en la guerra civil, del profesor de la Universidad de Barcelona, Gabriel Cardona, la próxima, el día 12, se titula El espíritu del Tercio de Requetés y corre a cargo de Salvador Nonell, consiliario de la Hermandad del Tercio.

También ayer se informó en el Museo Militar sobre los trabajos que se están realizando acerca del Real y Militar Colegio de Matemáticas de Barcelona y el impacto cultural y urbanístico de los ingenieros militares formados en ese centro en los siglos XVIII y XIX. Una exposición y una serie de ediciones facsimilares serán el resultado de la investigación, que incluye una reivindicación del rico patrimonio de ingenieria militar en Cataluña, encabezado por el castillo de Sant Ferran de Figueres.