Ocho muertos al desplomarse un edificio en el cosmódromo ruso de Baikonur
El centro espacial, alquilado a Kazajistán, afronta problemas financieros y de seguridad
Baikonur, el cosmódromo desde donde el Kremlin ha lanzado todos sus vuelos tripulados al espacio, está de luto. Ocho personas, como mínimo, fueron sepultadas ayer cuando se desplomó el techo de un edificio de montaje y pruebas. Los hombres, que estaban reparando el techo cuando ocurrió el accidente, cayeron desde 80 metros de altura. La tragedia significa un duro golpe para la industria espacial rusa, que desde hace años sufre de serios problemas financieros que no le permiten desarrollar sus programas ni mantener sus diversas instalaciones en buen estado.
La Agencia Espacial Rusa creó de inmediato una comisión para investigar las causas de la tragedia, mientras el Ministerio de Situaciones de Emergencia fletaba un avión con especialistas y equipos de rescate. El accidente ocurrió a las 9.20 (hora peninsular española). En Baikonur cayó la noche sin que las labores de rescate dieran resultado, pero las posibilidades de que alguna de las ocho personas que trabajaban en el techo del edificio sobreviviera son prácticamente nulas. 'Lo más probable es que toda la brigada de trabajadores esté muerta', declaró Serguéi Gorbunov, portavoz de la Agencia Espacial.
Baikonur ha visto el lanzamiento de todas las naves tripuladas rusas, desde la Vostok, que llevó a Yuri Gagarin, hasta las Soyuz TM 34 y 33, en las que Mark Shuttleworth, el primer afronauta de la historia, acaba de viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Pero, tras la desintegración de la URSS, el principal cosmódromo de Rusia ha quedado en el extranjero. Ubicado en Kazajistán, ahora el Kremlin debe pagar a ese país para utilizarlo. La falta de dinero que experimenta Rusia crea de tiempo en tiempo situaciones conflictivas con los kazajos. La misma escasez de fondos ha desatado crisis energéticas, que hace unos años estuvieron a punto de paralizar todos los lanzamientos.
Los problemas financieros con Kazajistán irán en aumento. En Astaná, la capital kazaja, los diputados ya no se contentan con los 115 millones de dólares anuales de Moscú. Ahora pretenden aprobar una ley que obligue a los rusos a responder económicamente por la situación ecológica de las zonas adyacentes a Baikonur.
Importancia militar
Baikonur no sólo es el principal cosmódromo comercial de Rusia. Su importancia militar es también enorme. Baste decir que desde mayo de 1957 han sido lanzados más de 1.200 misiles balísticos intercontinentales. Aunque las averías no se han hecho públicas, no se logró ocultar la tragedia de 1960, cuando explotó un misil intercontinental, matando a 92 personas. El número de lanzamientos de cohetes portadores de satélites es similar al de misiles, y casi 80 han fracasado.
La crónica falta de dinero explica el mal estado de algunas instalaciones, como el edificio siniestrado ayer. En ese módulo de montaje había tres bloques con sistemas de combustible de la nave Burán. Por razones económicas, este transbordador de la URSS no pudo ser explotado tras sus pruebas exitosas.
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