Israel concentra tropas para invadir Gaza tras el atentado de Tel Aviv
Los palestinos acaparan alimentos y organizan la resistencia frente al asedio
En medio del silencio de la comunidad internacional y tras haber obtenido el visto bueno de EE UU, las tropas israelíes se preparan para invadir la franja de Gaza en represalia por el atentado suicida perpetrado el pasado martes por un militante de Hamás en un garito de juego cerca de Tel Aviv, donde murieron 16 personas (contando al suicida) y medio centenar resultaron heridas. La población palestina de Gaza se ha lanzado a las tiendas para acaparar alimentos.
Los palestinos se preparan para la resistencia y el asedio mientras todo está dispuesto para atacar Gaza. Centenares de tanques, fuerzas de infantería y brigadas especiales se han concentrado en las últimas horas en la zona fronteriza entre Israel y la franja de Gaza para llevar a término la segunda parte de la ofensiva Muro Defensivo, según acordó el gabinete de seguridad israelí el miércoles por la noche en una tensa reunión, celebrada en el aeropuerto de Ben Gurión, donde minutos antes había aterrizado el avión de Ariel Sharon, procedente de EE UU.
La orden de ataque se dará presumiblemente antes del fin de semana, cuando haya finalizado la movilización parcial de los reservistas, que empezaron ayer por la tarde a ser llamados a sus unidades, en una operación similar a la de tres semanas atrás, cuando el Ministerio de Defensa acordó convocar a filas a 20.000 soldados veteranos. Sin embargo, durante esta ofensiva, los soldados y los tanques apenas pisarán este territorio de 330 kilómetros cuadrados y donde la densidad de población es una de las más elevadas del mundo. Todo parece indicar que el peso del ataque lo llevarán los helicópteros y los cazabombarderos.
Mano a mano, el primer ministro Ariel Sharon y su ministro de Defensa, Benjamín Ben Eleizer, ultiman los detalles de esta nueva ofensiva, que está provocando ya la alarma de los sectores pacifistas israelíes, que temen que en Gaza se puedan cometer los mismos errores y excesos de hace tres semanas en el campo de refugiados de Yenín, donde según los palestinos hubo más de 250 muertos. 'Sería un grave error hacer entrar el Ejército en la franja de Gaza, ya que podría volverse a repetir la tragedia de Yenín', alertaba ayer el jefe de la oposición israelí, Yosi Sarid, lider del movimiento Meretz, donde se alinean los sectores pacifistas, que han convocado para el sábado en Tel Aviv una manifestación bajo el lema 'Evacuar los territorios por el bien de Israel'.
La comunidad internacional, incluida la UE, no ha hecho ningún comentario a esta nueva ofensiva, sobre todo después de que EE UU anunciara que 'Israel es una nación soberana' y que no se interpondrá a cualquier represalia por el atentado del pasado martes.
La Casa Blanca, en una nueva demostración de ambigüedad, alertaba ayer por la noche a Sharon sobre los peligros de esta ofensiva y pedía que tuviera en cuenta 'sus responsabilidades' para proteger el proceso de paz . Las recomendaciones obligaron al ministro de Exteriores, Simón Peres, a efectuar unas declaraciones con las que trató de tranquilizar a su gran aliado: 'No vamos a conquistar territorios, únicamente vamos a golpear sobre los nidos de los terroristas'.
El redoble de los tambores no ha cogido de improviso a los palestinos de Gaza -un millón y medio-, que desde hace semanas se preparan para resistir. El campo de refugiados de Jabalia, bastión de los movimientos fundamentalistas, de donde han partido un buen número de suicidas, está resuelto a plantar cara al Ejército israelí. En las última semanas se han realizado obras de defensa, según aseguran observadores internacionales. Las mujeres, por su parte, han empezado a acaparar alimentos.
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