El Gobierno rechaza el plan de Bush sobre el Sáhara porque no cree 'en soluciones impuestas'
La propuesta ha causado 'una cierta sorpresa'
El Gobierno español rechaza el plan de un desarrollo autonómico del Sáhara occidental en el seno de Marruecos que el presidente de Estados Unidos, George Bush, recomienda que imponga el Consejo de Seguridad de la ONU, porque, según explicó ayer el secretario de Estado de Exteriores, Miquel Nadal, no cree que sean viables 'las soluciones impuestas'. Otra alta fuente gubernamental reconoció anoche que el Ejecutivo español había acogido 'con una cierta sorpresa' esta iniciativa de Washington 'que no va en la línea española', y estimó que el consenso en el seno de la ONU 'no va en el sentido de la propuesta norteamericana'.
Diversas fuentes diplomáticas estimaron, por otro lado, que la nueva vía diplomática abierta en el principal contencioso norteafricano no tiene porqué complicar aún más las ya difíciles relaciones de España con Marruecos.
'La oposición de Rusia a la propuesta de Bush en el seno de Grupo Amigo fue tan fuerte que los demás no tuvimos apenas la oportunidad de manifestar nuestras divergencias', afirma una de esas fuentes.
Nadal, por su parte, añadió que la llamada Tercera Vía, centrada en la solución autonómica, 'es una iniciativa interesante y tiene mucho de razonable dadas las circunstancias y que incluso Argelia se muestra abierta a muchas opciones. Pero no se va a conseguir de un día para otro y, desde luego, no se puede pensar en soluciones impuestas'.
En ese contexto, España valora que el llamado Plan de Arreglo, que desde hace una década promueve la realización de un referéndum en el Sáhara, 'sigue siendo la única opción que cuenta con el consenso de la Naciones Unidas y no puede ser descartada sin más', aunque encuentre problemas insuperables de aplicación.
Una fuente del palacio de La Moncloa fue más tajante. 'Para nosotros', dijo, 'la fórmula sigue siendo el referéndum, aunque si hubiese un acuerdo entre las partes naturalmente lo apoyaríamos. Lo que hay que hacer es renovar el mandato de la MINURSO, que no es una fuerza de interposición sino una misión de la ONU para la celebración del referéndum, como su propio nombre indica'.
En ese mismo sentido, el ministro portavoz, Pío Cabanillas, subrayó ayer que la posición del Gobierno español se mantiene invariable en cuatro puntos principales: respeto a las decisiones de Naciones Unidas, respaldo a su secretario general, Kofi Annan, apoyo a cualquier acuerdo aceptable para las partes y reconocimiento de la necesidad de una solución duradera.
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, pidió ayer al Gobierno que 'mantenga su firmeza' en este contencioso y 'no ceda ante los cantos de sirena o las presiones petrolíferas de Marruecos o Estados Unidos', mientras que el presidente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Chaves, opinaba que hay que dar una oportunidad al plan Baker siempre que no sea impuesto a los saharauis.
Por su parte, la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, considera 'prematura' la propuesta estadounidense y dijo a Servimedia que, a su juicio, nunca habrá una solución posible si antes no se alcanza un acuerdo entre las dos partes principales. Jiménez añadió que el PSOE está dispuesto a apoyar cualquier iniciativa que sea aceptada por saharauis y marroquíes.
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