Bush llega a Alemania para pedir a Europa la "unidad contra el terror"
Las diferencias sobre la lucha contra el terrorismo, el proteccionismo económico y el medio ambiente marcan la visita, que se desarrollará por Alemania, Rusia, Francia e Italia
Mientras en Estados Unidos le llueven las críticas por no haber previsto los atentados del 11 de septiembre pese a la alerta de los servicios secretos, el presidente George W. Bush ha llegado esta tarde a Alemania donde inicia un viaje de una semana por Europa. Su objetivo es fortalecer la alianza antiterrorista y firmar un tratado de reducción armamentística con Rusia, aunque también se incluirán en la agenda las diferencias sobre cuestiones políticas, económicas y medioambientales que dividen a Washington y sus aliados europeos.
Bush marcó el tono de su gira al señalar, en una breve declaración antes de emprender el viaje, al afirmar que "nuestra alianza debe mantenerse firme en la guerra contra el terrorismo". Sin embargo, sus diferencias con los mandatarios europeos volverán a aparecer durante sus reuniones y en las manifestaciones que le recibirán en la capital alemana, que llevan efectuándose desde ayer.
A pesar de que "la brecha transatlántica" es algo inherente a las relaciones entre EE UU y Europa, las diferencias se han acentuado en las últimas semanas sobre todo en la cuestión de la lucha contra el terrorismo, debido a la forma en que Bush y su Gobierno están extendiendo fuera de Afganistán su lenguaje agresivo contra los países que, según Washington, promueven el terrorismo y tratan de obtener armas de destrucción masiva.
Especialmente serias son las diferencias sobre Irak, donde EEUU no consigue apoyo entre europeos o árabes para emprender una acción que permita derrocar a Sadam Huseín.
Arancel del acero
En comercio, Europa y EEUU parecen muy lejos de conseguir una solución a la decisión de Washington, en marzo pasado, de imponer tarifas arancelarias a la mayor parte de sus importaciones de acero.
La Unión Europea y Japón han llevado el asunto ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero también preparan medidas comerciales de represalia contra productos estadounidenses. A pesar de que el conflicto comercial está en el horizonte, la Casa Blanca, en las horas previas al viaje de Bush, ha reiterado un lenguaje moderado para tratar de mostrar a priori una postura conciliadora.
Otro asunto en que las diferencias son enormes es el medio ambiente, ya que, tras la decisión de 2001 de retirar a EEUU del Protocolo de Kioto contra el cambio climático, la propuesta que Bush presentó en febrero fue considerada irrelevante.
A su llegada, el presidente estadounidense se entrevistará con el canciller Gerhard Schröder y dirigirá un discurso al Congreso para destacar "su visión de una Europa unida, libre y en paz, y los esfuerzos que habrá que realizar para conseguirlo", según la consejera de seguridad, Condoleezza Rice.
Movilizaciones
A su llegada, la policía alemana ha tenido que cargar contra un grupo de enmascarados, que lanzaron botellas contra los agentes antidisturbios, al término de una manifestación contra la política de Bush.
Poco después de la llegada del presidente de Estados Unidos, empezaron a disgregarse grupos de jóvenes con el rostro tapado del grueso de la manifestación, en la que participaron unas 20.000 personas y que hasta entonces había discurrido pacíficamente.
Diez mil policías alemanes protegerán al presidente y para mayor prevención se cerrará al público la zona por la que transitará durante las 19 horas de su visita.
La escala más importante del viaje de Bush será sin embargo Moscú, a donde llegará el viernes para firmar junto al presidente ruso, Vladimir Putin, un tratado para reducir a un tercio el arsenal nuclear de ambas naciones en los próximos diez años.
El presidente estadounidense pasará el fin de semana en Rusia, y viajará el domingo a Francia, donde se reunirá con su homólogo, Jacques Chirac. Su última etapa será Italia, en donde se encontrará con el primer ministro, Silvio Berlusconi.
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