Guillermo Carnero, premio Fastenrath de la Academia por el poemario 'Verano inglés'

Guillermo Carnero (Valencia, 1947), uno de los representantes de lo que se ha conocido en poesía como los novísimos, ha conseguido el Premio Fastenrath que concede la Real Academia Española (RAE), por su libro Verano inglés (Tusquets), un poemario publicado en 1999. El galardón se otorga anualmente por turno sucesivo a novela, poesía y ensayo, y recae en una obra publicada en los tres años anteriores.

Carnero se encontraba ayer en Zaragoza, donde se celebra el congreso Poéticas Novísimas, que ha reunido a destacados representantes de este género literario en la capital aragonesa.

Para el autor, el Fastenrath es un gran honor, ya que ha sido otorgado por 'la instancia literaria más culta', declaró ayer. Verano inglés es un libro de temática amorosa que, como asegura Carnero, 'cuenta con un elemento emocional distinto a los anteriores'. Dice su autor que es un libro 'de madurez', pero que contiene los tres elementos que caracterizan su obra: 'En primer lugar, culturalismo, porque siempre he tenido el instinto de relacionar los hechos de mi vida cotidiana con mi obra, algo así como dar cuenta de uno mismo pero utilizando una máscara; también tiene intimismo, y metapoesía, porque siempre incorporo una reflexión sobre la propia escritura'.

Son elementos que se encuentran en otros libros suyos, como Dibujo de la muerte (1967), El sueño de Escipión (1971), El azar objetivo (1975), Música para fuegos de artificio (1989) o Divisibilidad indefinida (1990), algunos de los nueve poemarios que ha publicado este catedrático de Literatura Española de la Universidad de Alicante, que también cuenta con trabajos de investigación sobre literatura de los siglos XVIII y XIX y los vanguardistas del XX.

Carnero fue uno de los nueve poetas incluidos por José María Castellet en una antología que dio lugar a la definición de novísimos. 'Era un término que unía el número con la novedad', afirma el escritor. 'Pero creo que formamos parte de algo más amplio que se denomina generación del 70. Era un grupo más numeroso de poetas que trataba de perfilar una alternativa a las generaciones del 50 y el 60. Buscábamos una estética de ruptura frente al concepto romántico, confesional, que venía directo del yo poético', señala. 'Fue un movimiento colectivo y dinámico, pero nuestras semejanzas no eran tan grandes', reflexiona Carnero.