Durão Barroso acusa a los socialistas de dejar a Portugal 'en tanga'
El primer ministro anuncia medidas drásticas ante el 'desastre' de las finanzas públicas
El primer ministro de Portugal, el conservador José Manuel Durão Barroso, aprovechó ayer la presentación de su programa de gobierno en el Parlamento para lanzar un durísimo ataque contra los socialistas, a quienes acusó de haber dejado al país 'en tanga'. Durão Barroso anunció medidas drásticas para contener el déficit e impulsar la recuperación económica de Portugal que, a su juicio, se enfrenta a 'una de las más graves crisis de su historia democrática'.
Tras calificar como 'desastre nacional' la situación de las finanzas públicas, el primer ministro anunció un plan de emergencia para los próximos dos años que privatizará un canal público de televisión, las líneas aéreas (TAP) y el Instituto de Participaciones del Estado (IPE), un organismo que detenta fuertes inversiones en empresas como Aguas de Portugal, las autopistas nacionales (Brisa) o en operadoras de telefonía. Asimismo, extinguirá alrededor de 20 institutos u organismos públicos, paralizará grandes obras nacionales, como el nuevo aeropuerto de Lisboa, y revisará el proyecto del tren de alta velocidad con España.
La crisis económica podría afectar también a las cerca de 3.000 empresas españolas que se encuentran radicadas en el país. El programa de Durão Barroso prevé también la revisión del denominado Rendimiento Mínimo Garantizado, una especie de salario mínimo para las familias más desfavorecidas, la apertura al sector privado de algunas áreas de la sanidad y la Seguridad Social, la flexibilización del mercado laboral, y el previsible del aumento del IVA, precisamente una medida absolutamente contraria a la principal bandera electoral de los conservadores.
El primer ministro explicó que la reducción de impuestos que había prometido quedará aplazada hasta 2004, fecha en que podría ser puesta en marcha si el Gobierno consigue una reducción significativa del déficit. El Gobierno, añadió, limitará 'los niveles de endeudamiento de los fondos y servicios autónomos, de las empresas públicas, de los ayuntamientos y de las regiones autónomas', suspenderá la admisión de nuevos funcionarios (más de 700.000 en un país de 10 millones de personas) y autorizará una auditoría externa e independiente para el seguimiento de los gastos de la Eurocopa de Fútbol 2004.
Por otro lado, Durão Barroso prometió un aumento de fondos para las Fuerzas Armadas y los servicios secretos, un mayor control de la inmigración, el mantenimiento de los privilegios fiscales para las off-shore (puerto franco) de Madeira y la revocación de la tributación de los beneficios en Bolsa, puesta en marcha por el anterior Gobierno.
Rechazo socialista
El secretario general de los socialistas, Eduardo Ferro Rodrigues, afirmó que no aceptará un lenguaje agresivo y violento 'que recuerda otras épocas y es impropio de un primer ministro de Portugal'. Ferro rechazó el pacto de Estado propuesto por el Gobierno para equilibrar las finanzas públicas y anunció que presentará un conjunto de medidas alternativas para que el país alcance el déficit cero en 2004, cumpliendo así el programa de convergencia europeo.
Tras rechazar la visión catastrofista del país que difunden los conservadores, Ferro Rodrigues explicó que su rechazo al pacto de Estado se debe también a la actitud del Gobierno, más propia de una oposición que de un nuevo Ejecutivo: 'Quieren gobernar contra los socialistas y nos piden pactos de Estado. No somos masoquistas'.
Los comunistas y el Bloque de Izquierdas presentaron dos mociones de confianza al programa de Gobierno al considerar que penaliza a los trabajadores y clases más desfavorecidas. Los socialistas no apoyarán esas mociones, pero votarán en contra del programa de Gobierno que será aprobado hoy gracias a la mayoría de derechas en el Parlamento.
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