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Barbacid considera una 'lástima' que Soria tenga que seguir su investigación fuera de la Universidad de Elche

El director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Mariano Barbacid, dijo ayer en Valencia que es una 'lástima' que el director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Bernat Soria, tenga que seguir su investigación con células madre embrionarias fuera de España ya que la legislación nacional le impide desarrollarlas en el centro ilicitano. Soria intenta sintetizar células beta -encargadas de producir la insulina- a partir de células obtenidas de embriones humanos de pocos días que pueden convertirse en tejido adulto.

El director del CNIO, que ofreció ayer una conferencia en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de la Universidad Politécnica de Valencia, se mostró contrario a que los embriones humanos congelados 'que no sirvan para el fin para el que han sido creados', es decir, la fertilización in vitro, desaparezcan. 'Mantenerlos en un congelador no beneficia a nadie, ni a aquellos que quieren tener hijos ni a los científicos', por lo que, señaló, 'lo importante es que este material no se destruya' y se aproveche para fines de investigación. Barbacid, que no dudó en calificar de 'tema muy complicado', el hecho de que Soria continúe la investigación sobre la diabetes fuera de la Universidad de Elche, comparó a los embriones con los órganos de donantes potenciales, al señalar los beneficios que podrían redundar en otros seres humanos.

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En su ponencia, expuso los resultados de sus trabajos relativos a la manipulación de animales para lograr que el cáncer se desarrolle de forma lo más parecida posible, desde el punto de vista genético, a lo que sucede en el ser humano, el principal objetivo del grupo de investigación que lidera. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la oncología, apuntó, es la falta de resultados de los compuestos elaborados para combatir el cáncer, debido a que los ensayos clínicos en animales, en los que se prueba la efectividad de los productos, reflejan resultados que no se ajustan al comportamiento que luego tienen los medicamentos en humanos. Barbacid advirtió que faltan unos dos años para que estos modelos animales puedan estar disponibles para ensayar fármacos y comprobar si realmente son mejores que los que se emplean en la actualidad.

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