Powell: 'Mientras haya incursiones militares habrá ira, frustración y violencia'
Sharon advierte de que la ofensiva continuará hasta la rendición de todos los 'terroristas'
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, afirmó ayer en Madrid, antes de emprender viaje a Oriente Próximo, que las incursiones militares israelíes en los territorios palestinos no resolverán el problema del terrorismo. Lo pudo decir más alto, pero no más claro: 'Las fuerzas israelíes creen que están en el camino de erradicar el terrorismo, pero cuando todo haya acabado, seguirá habiendo personas decididas a recurrir a la violencia, al terror, dispuestas a cometer atentados suicidas. La violencia, la ira y la frustración permanecerán mientras no haya un proceso de negociación entre las dos partes'.
Powell, que realizó estas declaraciones en el transcurso de una conferencia de prensa conjunta con su homólogo ruso, Ígor Ivanov, en un hotel de Madrid, insistió en que 'todo lo que está ocurriendo ahora en la región es un obstáculo para volver al proceso de negociaciones'. Dicho proceso debe conducir, en su opinión, 'a lo que los palestinos demandan: un Estado en el que puedan educar a sus hijos, decidir su propio destino y vivir junto a Israel'.
El secretario de Estado añadió que estaba 'ansioso' por llegar a Israel y que no estaba preocupado por las dificultades de su misión. 'Voy allí porque es necesario ir. Estoy deseando reunirme con Ariel Sharon y Yasir Arafat', afirmó. Powell dijo que a primeras hora de la mañana de ayer había hablado con el primer ministro israelí y que 'mañana, al verle en persona, tendría una idea más clara de su plan militar'.
El ministro de Exteriores ruso expresó, por su parte, todo su apoyo a Powell en esta 'dificilísima misión, en cuyo éxito está interesada toda la comunidad internacional'.
Pero Ariel Sharon no parece dispuesto a facilitarle la tarea al jefe de la diplomacia de EE UU. El primer ministro israelí anunció su intención de proseguir con la Operación Muro Defensivo hasta la rendición de todos los 'terroristas' palestinos. 'He advertido a los norteamericanos de que el Ejército de Israel no se retirará de Belén, Yenín, Nablús y Ramala hasta que los terroristas que allí se encuentran no se rindan', afirmó Sharon.
Sus palabras suponen una primera zancadilla a la ofensiva de pacificación de Powell, que, arropado por un mandato de la comunidad internacional, llegó anoche a Israel tras hacer una escala de cuatro horas en Jordania. El emisario de la Casa Blanca tiene la intención de reunirse esta mañana con Sharon y el sábado con el presidente palestino en Ramala. Sharon agregó que las ciudades y poblaciones recientemente evacuadas, entre las que se encuentran Tulkarem y Kalkilia, así como otras 24 aldeas de Cisjordania, permanecerán bajo un asedio indefinido hasta conseguir un 'periodo de calma'. Los proyectos belicistas de Sharon no se detienen aquí. El jefe del Gobierno israelí reiteró, además, su intención de construir inmediatamente una 'franja de seguridad' que sirva de tampón entre los territorios palestinos e israelíes. Esta barrera de seguridad, que tendrá una anchura media de cinco kilometros, será edificada en la zona palestina, lo que supondrá una nueva ocupación ilegal de los territorios y una fuente de próximos conflictos.
Observadores de EE UU
El mensaje de bienvenida de Sharon a Powell finalizaba con una tímida concesión: la de permitir la presencia en la zona de un número limitado de observadores de nacionalidad norteamericana. Sin embargo, Israel no está dispuesto en ningún caso a aceptar la presencia de una fuerza internacional de interposición ya que, en opinión del Gobierno de Sharon, un contingente de estas características 'serviría sólo para proteger a los terroristas y dificultar nuestras operaciones contra ellos'.
La declaración de intenciones de Sharon no ha sorprendido ni inmutado al bando palestino, para el que el encuentro del sábado entre Yasir Arafat y Colin Powell supone un triunfo político y diplomático, el más importante que recibe de la actual Administración de EE UU. Sin embargo, el Gobierno palestino no está tampoco dispuesto a ayudar a Powell, según se desprende de las declaraciones de un portavoz de Arafat, quien dijo: 'No estamos dispuestos a negociar con los tanques metidos en nuestras ciudades'.
Arafat ha elaborado en las últimas horas, con la ayuda de sus asesores, un memorial de quejas y reivindicaciones para presentar a Powell, cuyo primer punto es la retirada de las tropas de las zonas autónomas, para reclamar a continuación la aplicación íntegra y sin modificaciones del Plan Tenet y las sugerencias de la Comisión Mitchell, elaboradas desde hace más de un año, cuando se inició la Intifada.
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