El último caso de peste porcina acaba con las esperanzas de haber controlado la epidemia

Las esperanzas de los ganaderos de Osona se han desvanecido de nuevo tras la aparición el pasado lunes de un nuevo caso de peste porcina en la granja El Prat de Folgueroles, que se había ocultado. Se esperaba superar la epidemia en un plazo de tres semanas pero este nuevo brote alargará la crisis como mínimo dos meses más.

Las restricciones de movimiento de ganado de la zona sur de la comarca de Osona estaban siendo eliminadas y se estaban practicando serologías en 600 granjas del norte para proceder a la liberación de la zona. Los ganaderos empezaban a ver la luz al final del túnel cuatro meses después del inicio de la epidemia, pero una vez más la esperanza se ha desvanecido.

Los 3.180 animales de la granja El Prat, en Folgueroles, serán sacrificados hoy. Los análisis practicados por los técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca (DARP) han sido positivos y tan sólo falta la confirmación del laboratorio de Madrid para ratificar oficialmente el nuevo foco, el decimosexto desde que se detectó la enfermedad el pasado 6 de diciembre.

El DARP ha abierto un expediente informativo al titular de la granja, el grupo empresarial PorcVic SA, porque cuando se dio el aviso ya había 400 animales que presentaban síntomas evidentes de padecer la enfermedad y otros 25 habían muerto. El consejero de Agricultua, Josep Grau, se lamentaba ayer de esta negligencia y alertaba del peligro que puede acarrear esta situación; 'ya que el virus ha estado conviviendo en la granja desde hace mucho tiempo y desconocemos cómo han aplicado las medidas de bioseguridad los cuidadores de los animales'. 'Tenemos la sensación de volver al principio de la crisis', dijo Grau.

Madres reproductoras

El titular de Agricultura no es el único que teme lo que pueda ocurrir. El sector y los sindicatos agrarios están a la expectativa. De momento se deberán sacrificar los animales de las granjas situadas en un radio de 1,5 kilómetros del nuevo foco. Muchas granjas ya están vacías, pero la medida afectará a nueve explotaciones que podrían tener entre 7.000 y 8.000 cerdos.

Pero ahí no terminan las consecuencias. Los animales afectados procedían de una explotación de más de 2.000 madres reproductoras propiedad del mismo grupo empresarial. Estos animales tendrán que ser sometidos a análisis. Si los resultados son positivos habrá que seguir la pista de todos los lechones que han salido de la granja y determinar si son portadores del virus. Semanalmente estas madres reproductoras dan a luz a unos 1.000 lechones.

Los expertos veterinarios de la Unión Europea analizarán hoy la conveniencia de prorrogar las restricciones que aún se aplican a las exportaciones de porcino de Cataluña. La sección de bienestar y salud animal del Comité Permanente de la Cadena Alimentaria dictaminará sobre la posibilidad de prolongar la prohibición de exportaciones de cerdos vivos, semen, óvulos y embriones en Barcelona y en determinadas comarcas de Girona.

En la actualidad, y hasta el 30 de abril, están prohibidos los envíos de porcino de toda la provincia de Barcelona y en las comarcas de Ripollès, Garrotxa y Selva. Fuentes comunitarias indicaron a Efe que lo más probable es que se decida extender la prohibición algunas semanas más.

La actuación de los propietarios de la granja en la que se ha advertido el último caso perjudica enormemente al resto de ganaderos de la comarca. Al peligro de que el virus de peste porcina se haya extendido se suma la mala imagen que dan al sector. El sindicato Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) reclama contundencia a la Generalitat. El JARC ha pedido una investigación exhaustiva para esclarecer si ha existido negligencia y reclama sanciones ejemplares a los ganaderos que no actúen correctamente.