El Ejército obstaculiza el traslado de heridos
El equipo de Médicos Sin Fronteras había coordinado el permiso con las autoridades israelíes y sin embargo le llevó seis horas cubrir el trayecto de 12 kilómetros entre Hebrón y Yatta. Era sábado y esta localidad acababa de ser ocupada por los carros de combate israelíes. Pero lo peor les esperaba al regreso. Los soldados les obligaron a bajar a los dos heridos de bala que transportaban en la ambulancia, dos muchachos de 14 y 16 años. 'Llegamos al primer control y nos trataron correctamente, pero luego 200 metros más allá nos encontramos con cinco o seis tanques que nos impedían el paso', relata Mahmud Breighith, logista de MSF, que viajaba acompañado de una médico española, la doctora Cavanna. Los soldados les hicieron parar y tomaron posiciones de combate alrededor de los dos vehículos que componían el convoy, el coche de MSF y una ambulancia.
'No dejaron de apuntarnos en ningún momento', recuerda todavía asustado Breighith. 'Les gritábamos que éramos de MSF y que teníamos permiso para trasladar a los heridos, pero no nos hablaban; se iban acercando a la vez que nos rodeaban hasta que dos soldados nos pidieron que saliéramos del coche'.
Luego hicieron bajarse al personal de la ambulancia, tres enfermeras y un conductor, y tras obligarles a abrirse las chaquetas para comprobar que no llevaban explosivos, exigieron que sacaran a los heridos. Entonces fue cuando pidieron a Cavanna que destapara a los muchachos para ver que estaban realmente heridos y no escondían nada debajo de las mantas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.