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El BCE teme un aumento de la inflación por el alza del petróleo

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, admitió ayer que un continuado aumento de los precios del petróleo pondría 'en riesgo' las metas de inflación y crecimiento que la autoridad monetaria prevé para la zona euro. Estas presiones son ya evidentes, con un índice de precios al consumo europeo que se podría situar en el 2,5% en marzo, según las primeras estimaciones. Pese a ello, Duisenberg sigue confiado en que la inflación caerá por debajo del 2% en los 'próximos meses'. Como se preveía, el consejo de gobierno de la autoridad monetaria mantuvo invariable, en el 3,25%, los tipos de interés.

El BCE había previsto un comportamiento algo errático de la inflación en los primeros meses del año, por efectos estadísticos, pero ahora se encuentra con un factor adicional que se sale de su control: el precio del crudo, que ha remontado a niveles de hace seis meses. El barril de petróleo cotiza ya por encima de los 27 dólares y ayer incluso llegó a tocar los 28 dólares. 'Las primeras estimaciones para la inflación anual de marzo apuntan hacia un 2,5%, y esto obedece ante todo a que los precios del petróleo de nuevo han aumentado significativamente', constató Duisenberg durante la conferencia de prensa mensual en Francfort, sede de la autoridad monetaria.

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'De mantenerse estos precios, también tendrían un impacto en las tasas de inflación en lo que resta de 2002', sostuvo. La caída de la inflación, por tanto, 'podría ser menos pronunciada de lo que se preveía', aunque, en principio, se deberá alcanzar una tasa media 'inferior o cercana al 2%'. Ésta es la meta que se ha impuesto el BCE para hablar de estabilidad de precios y que no pudo ser alcanzada ni en 2000 ni en 2001.

Las previsiones sobre la inflación son cruciales para dilucidar los futuros movimientos de tipos del BCE. Si se mantiene la presión inflacionista, Duisenberg y sus colegas podrían verse forzados a acelerar una subida de tipos que, de todas maneras, se anuncia ante el trasfondo de la muy probable reactivación económica de la zona euro, una vez más subrayada ayer por Duisenberg. De momento, el BCE prefiere esperar y ha mantenido en el 3,25% su tipo director.

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