Homenaje a Rabal y a Quinn en Chicago

El Festival de Cine Latino de Chicago, el más importante de su género en Estados Unidos, rinde este año un homenaje a Francisco Rabal y Anthony Quinn, los dos singulares talentos de la pantalla desaparecidos el pasado verano. Más de un centenar de películas de una veintena de países serán proyectadas a partir de hoy y hasta el día 17 en un certamen que alcanza su 18ª edición. Además del homenaje a Quinn y a Rabal, el otro flanco fuerte de este año es una serie sobre la emigración, que se abre mañana con la española Salvajes, de Carlos Molinero, uno de los 13 largometrajes con los que España acude a Chicago.

La muestra de Chicago llega a una mayoría de edad que resultaba impensable cuando comenzó precariamente en 1985 con un presupuesto de 10.000 dólares y 14 películas proyectadas sobre una pared desnuda. Tras superar momentos críticos en los que estuvo a punto de desaparecer, el festival alcanza 2002 con una posición consolidada como el principal dedicado a la cultura latina en Estados Unidos, aunque sin abandonar su modestia presupuestaria: apenas un millón de dólares, que en otras latitudes se gastan en focos y alfombras.

Jaime Chávarri, Miguel Hermoso y Víctor García León asistirán a sus proyecciones

Es un certamen no competitivo que el año pasado tuvo más de 35.000 espectadores. 'Cifra irrisoria si se compara con las de Hollywood, porque aquí es muy raro ver cine extranjero', reconoce Pepe Vargas, director y creador del festival. 'Pero el festival ofrece la oportunidad de ver películas que de otra forma serían inaccesibles, además de ver a los latinos en papeles más positivos de los que habitualmente les reserva Hollywood'.

La edición que hoy se inaugura exalta el legado de Anthony Quinn (nacido Antonio Reina en México), cuya vida y filmografía no tienen secretos en Estados Unidos, y de Paco Rabal, cuya capacidad para llenar la pantalla será una sorpresa para la mayoría. Los espectadores podrán ver al actor de Águilas en Truhanes, El hermano bastardo de Dios, La Lola se va a los puertos y El palomo cojo. 'Queremos dar a conocer a este talento', dice Vargas. 'Mostrar que su legado está vivo'.

El festival levanta el telón esta noche con la argentina La fuga, la peripecia y distinta suerte que corre un grupo de presos que escapa de un penal en la Argentina de 1928, y concluirá el día 17 con la proyección de Miel para Oshún, una reflexión sobre la calidad humana entre la penuria de La Habana de hoy, del cubano Humberto Solás, quien recibirá el Gloria, único galardón que entrega el certamen en reconocimiento a toda una carrera cinematográfica.

El tema candente de la emigración y los desplazamientos humanos forzados, ya abordado el año pasado, vuelve a Chicago con una docena de obras. Mañana da salida a la serie Salvajes, la cinta de Carlos Molinero que pone la lupa en la España negra de hoy, con la xenofobia de un grupo de neonazis y la droga. Cintas de otros países también muestran la dureza de la vida de los emigrantes en España, como la uruguaya En la puta vida.

La cinematografía española, rica en cantidad y calidad comparada con la de otros países de la misma estirpe, es la más representada en el festival, con 13 largometrajes, dos cortos, dos documentales y tres coproducciones. En La Noche de España, patrocinada por el Instituto Cervantes, se proyectará el próximo jueves Silencio roto, la película de Montxo Armendáriz sobre el maquis de los años cuarenta. El azote del terrorismo, un fenómeno nuevo en Estados Unidos, aparece en Asesinato en febrero, el docudrama de Eterio Ortega sobre el asesinato por ETA del diputado socialista vasco Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez. Los directores Jaime Chávarri (Besos para todos), Miguel Hermoso (Truhanes y Fugitivas) y Víctor García León (Más vale pena que Gloria) asistirán a la proyección de sus filmes.