Dos jóvenes mueren en Granada en una multitudinaria fiesta 'hippy' no autorizada
Los fallecidos, un británico y un francés, participaban en una fiesta que había sido prohibida
Dos jóvenes que participaban en una gran concentración hippy no autorizada, que se celebra en el pueblo de Órgiva, en Las Alpujarras granadinas, murieron en el espacio de pocas horas tras ingerir drogas probablemente mezcladas con alcohol. Los jóvenes, uno británico y otro francés, llevaban varios días acampados en la que se conoce como Fiesta del Dragón, una concentración en la que participan miles de personas, procedentes en su mayoría del Reino Unido, Alemania y Francia, y que la semana pasada fue escenario de violentos altercados con la Guardia Civil.
La primera de las muertes se produjo en la medianoche del 25 de marzo. Mark Ian Robert Croker, británico de 27 años, había ingerido, según algunas versiones, alcohol mezclado con sustancias estupefacientes. Poco después cayó desmayado. Unos compañeros lo llevaron hasta el Hospital de Santa Ana, en Motril, a unos 40 kilómetros de Órgiva, en donde ingresó sin pulso. Los médicos que le atendieron no pudieron hacer nada por él.
El segundo fallecimiento se produjo en la mañana del 26 de marzo. El joven francés Donovan Émile Gabriel Brienne, de 26 años, fue encontrado muerto en la caravana donde dormía después de haber ingerido la noche anterior diversas sustancias. El juzgado número 2 de Órgiva ordenó ayer que la autopsia de ambos muchachos para determinar la causa de las muertes. Los investigadores consideran que todos los indicios apuntan a un exceso de alcohol y drogas en ambos casos.
De toda Europa
Los jóvenes llevaban varios días participando en la Fiesta del Dragón, una concentración espontánea de hippies de toda Europa en la que este año se habían dado cita cerca de 1.500 personas, desplazadas en caravanas y grandes camiones. La fiesta había sido prohibida por el alcalde de Órgiva, Adolfo Martín Padial, del PP, por carecer de cualquier requisito legal: organización, asistencia sanitaria o las condiciones mínimas para una gran concentración de personas.
La semana anterior, la rambla del río Guadalfeo, en el anejo de Los Tablones, donde radica la concentración, fue escenario de un violento altercado cuando medio centenar de personas rodeó a una veintena de guardias civiles que habían acudido para informar de que la fiesta no estaba autorizada.
Un joven se enfrentó a los agentes del instituto armado y fue detenido. El hecho provocó las iras de un grupo cada vez mayor de compañeros del detenido, que plantó cara a los guardias. Uno de los agentes disparó al aire para intimidarlos y repeler la agresión, pero sin resultado. Rodeados cada vez por más gente, los guardias tuvieron que poner en libertad al detenido para evitar ser linchados.
El Ayuntamiento de Órgiva, pese a la prohibición de la fiesta, tuvo que permitir que se celebrase desde el pasado viernes hasta el domingo, día pactado con un grupo que actuaba en representación de todos los asistentes para que comenzasen a marcharse. Lejos de ello, varios centenares de personas todavía permanecían ayer acampados. La noticia de la muerte de los dos jóvenes sí hizo que a primera hora de la tarde de ayer un buen número de concentrados optara por abandonar el lugar.
Son las declaraciones de algunos amigos de los dos fallecidos las que atribuyen la causa de la muerte a una ingestión excesiva de diferentes tipos de drogas. El alcalde de Órgiva manifestó que lo sucedido 'ya se veía venir'. 'Ha habido excesos de todo tipo, y muchos de ellos, con menores presentes. Aquello ha sido estos días una bacanal, una porquería, por decirlo de alguna forma', agregó. El Ayuntamiento tiene la intención de no permitir concentraciones en los próximos años, sobre todo con la llegada de la primavera, momento que los jóvenes eligen para desplazarse hasta el pueblo.
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