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Las medidas para atajar el mal de las 'vacas locas' cuestan seis millones de euros al año

El Departamento de Agricultura y Pesca se gastará este año alrededor de seis millones de euros en mantener las medidas que se instauraron en enero de 2000 para atajar el mal de las vacas locas: las pruebas de detección rápida de la enfermedad que se realizan a los animales de más de 24 meses de edad, las ayudas al sector ganadero y las subvenciones para recoger, trasladar y eliminar los subproductos de las reses generados en los mataderos y las harinas cárnicas. Según el viceconsejero de Agricultura, Asier Albizu, este año se efectuarán en la comunidad autónoma cerca de 40.000 test priónicos.

Las medidas de prevención aplicadas desde que se desató la crisis han ayudado a que los ciudadanos recuperen la confianza en la carne de vacuno y, por lo tanto, aumente su consumo. Esto es lo que aseguró ayer el consejero de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, durante la presentación de un informe sobre la alimentación en el País Vasco realizado el pasado mes de febrero con los datos procedentes de encuestas a ciudadanos. Según este estudio, el consumo actual de carne de vacuno es un 3,4% superior al que existía antes de que estallara la crisis de las vacas locas y 20 puntos superior al que se registró hace un año, justo en plena crisis.

En el estudio-encuesta se preguntaba a los ciudadanos sobre diversas cuestiones, como su temor a consumir ciertos alimentos, su conocimiento de la carne en general y de la carne con label vasco, y sobre el trabajo desarrollado por las diferentes administraciones para paliar los efectos de la enfermedad.

En primer lugar, sobresale el dato de que la preocupación de la ciudadanía ante lo que come ha descendido y ya no existe temor cuando se sienta en la mesa. 'Sólo el 5% de los encuestados dice que está muy preocupado ante lo que consume', apunta Albizu. Los platos preparados es el alimento que más temor infunde a los ciudadanos.

En cuanto a la carne de vacuno, dos de cada tres encuestados confía más en la carne del País Vasco que en la que procede de fuera (del extranjero o de otras comunidades). Además, el 92% conoce la carne con label vasco de calidad, un distintivo que permite conocer al consumidor los diferentes controles de calidad que ha pasado la res. Y el 63% de los vascos confía más en la carne de la comunidad autónoma con label de calidad, que en la que, aún siendo de Euskadi, no lo tiene. En este aspecto no se aprecian diferencias significativas respecto a los resultados registrados hace un año.

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