Zapatero considera que la cumbre de Barcelona tuvo unos resultados "modestos"
Un senador del PP tacha de 'minorías marginales' a los 300.000 manifestantes de Barcelona
'Un auténtico éxito'. Así calificó los resultados de la cumbre europea de Barcelona el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, quien aseguró ayer que la presidencia española de la UE logró 'prácticamente el 100%' de sus objetivos. El presidente del Gobierno, José María Aznar, expondrá esta tarde en el Congreso esos 'éxitos', que para el PSOE han sido 'bastante modestos'. Según el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en Barcelona se ha manifestado que en Europa conviven 'dos almas': una que sólo piensa en la economía y otra que se preocupa más por lo social.
Josep Piqué explicó que en materia de liberalización energética 'se ha ido más lejos de lo que se decía en principio', a pesar de las limitaciones impuestas por Francia, que el ministro atribuyó a la proximidad de las elecciones presidenciales y generales en ese país. El presidente del Gobierno expondrá esta tarde en el Congreso de los Diputados los resultados de la cumbre y podrá escuchar cómo la oposición critica su excesivo triunfalismo.
El PSOE ya lo criticó ayer. La secretaria de política Internacional del partido, Trinidad Jiménez, afirmó que abrir a la competencia el mercado eléctrico a partir del 2004 sólo a los grandes consumidores 'no significa un paso adelante' y elogió la postura de Francia en defensa del carácter público del suministro eléctrico y la protección de los consumidores. 'Los resultados de la cumbre han sido bastante modestos. Si comparamos los objetivos iniciales que se marcó el Gobierno del señor Aznar, e incluso la Comisión, con los resultados conseguidos, en Barcelona se ha avanzadó muy poco', dijo. Jiménez criticó que Aznar se presente como adalid de la libre competencia en el sector eléctrico, cuando en España 'el mercado está controlado por dos empresas'.
En declaraciones a Onda Cero, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó que quizá los objetivos iniciales de la cumbre no se hayan logrado del todo por las dificultades que atraviesa la economía europea. En Barcelona, afirmó Rodríguez Zapatero, 'se ha percibido que hay dos matices, dos sensibilidades, dos almas en lo que puede ser la construcción europea. Una que piensa sólo en la europa económica y otra más vinculada y que piensa más en la europa social'. En relación a las manifestaciones celebradas durante el Consejo Europeo, el líder de los socialistas se mostró satisfecho con 'la creciente sensibilidad ciudadana por reclamar una Europa más social y un mundo más solidario'.
Entretanto, el senador popular Gabriel Elorriaga, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara alta, calificó de 'minorías marginales' a los cientos de miles de personas que salieron a la calle durante la cumbre. 'Creo que es un error decir que Europa, como ha dicho el señor Zapatero, tiene dos almas. Es evidente que Europa tiene un alma y algunas minorías marginales se confunden con grupos importantes', declaró Elorriaga a Europa Press. Para el senador del PP, hay una gran diferencia entre los manifestantes y 'los millones de votantes que han apoyado a las grandes figuras del centrismo europeo, como Aznar y Blair'.
Izquierda Unida criticó la falta de contenido social de la cumbre. 'El resultado podría haber sido todavía más perjudicial de no frenar Francia y Alemania el furor liberalizador de la alianza ultraconservadora Aznar-Berlusconi-Blair', manifestó el coordinador general de la coalición, Gaspar Llamazares.
El líder de Uniò (integrada en CiU), Josep Antoni Duran i Lleida, criticó la ausencia del catalán en la cumbre, mientras que el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, lamentó que no se abordase la cuestión de la regionalización de Europa.
Los sindicatos Comisiones Oreras y Unión General de Trabajadores, mientras, lamentaron que en Barcelona no se hayan acordado medidas concretas para favorecer la creación de puestos de trabajo, en lugar de alabar sin más el pleno empleo. Según las centrales, Barcelona se ha quedado, en las cuestiones clave, en una mera declaración de principios.
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