Zapatero exige disculpas a Aznar por descalificar a los manifestantes de Barcelona

José María Aznar hizo ayer en el Congreso un balance 'satisfactorio' sobre la cumbre de Barcelona. El presidente del Gobierno ensalzó a las fuerzas de seguridad por garantizar la celebración de las pacíficas reuniones durante el Consejo Europeo. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió a los 'pacíficos, nobles y cívicos' movimientos antiglobalización para exigir a Aznar que pidiera disculpas por las críticas que hizo antes de la cumbre a los socialistas catalanes por apoyar manifestaciones a las que iban miembros de Batasuna. El presidente no atendió la petición.

Aznar cumplimentó sin altibajos un primer discurso de media hora sobre la cumbre de Barcelona en el que destacó los 'avances sustanciales' en relación con las demandas de los europeos. 'Creo que hoy tenemos más Europa que antes de celebrar el Consejo. Creo que hemos contribuido con nuestros acuerdos a impulsar la recuperación de la economía, que ya se empieza a percibir. Creo que no me equivoco si digo que en Barcelona hemos obtenido avances con los que ganamos todos'.

El presidente se anticipó a algunas críticas sobre las mínimas aportaciones de esta cumbre respecto a la celebrada hace dos años en Lisboa, donde se fijó el objetivo de convertir la UE 'en el mejor espacio económico y social del mundo, el más moderno, abierto y con mayores oportunidades para todos'. 'Si en Lisboa tomamos una opción, en Barcelona hemos comenzado a construirla con un enfoque equilibrado', señaló.

Aznar no mencionó las manifestaciones celebradas estos días en Barcelona ni tampoco el incidente registrado el pasado viernes en RTVE cuando se decidió sustituir a última hora al secretario general del Consejo, Javier Solana, para entrevistar al ministro portavoz, Pío Cabanillas.

El jefe de la opoción, José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco sacó este tema. En su intervención puso una nota muy baja a la cumbre y a Aznar: 'Resultados modestos, virtud que usted cultiva con intensidad. Ni éxito ni fracaso, un paso corto'. Recordó el dirigente socialista los grandes objetivos marcados en Lisboa para remachar que ahora se habían vuelto a repetir, a 'revalidar', y en algún caso todavía más difusos.

El secretario general del PSOE aprovechó el refrendo europeo a diversas medidas liberalizadoras para espetarle a Aznar que en España esa política no marcha y que esté 'a la cola' de la UE. Y que el 90% de los españoles padezcan oligopolios privatizados para amigos o colocados por el presidente Aznar en sectores clave como la luz, el gas o el teléfono fijo mientras el Gobierno usa al fiscal general del Estado para vetar que la Fiscalía Anticorrupción se querelle contra las petroleras por pactar una política de precios. Zapatero lamentó el escaso compromiso económico en ayuda al desarrollo (0,39% del PIB en 2006) y que Aznar olvidase 'a los cientos de miles de personas que se han manifestado pacíficamente para pedir más justicia social en el mundo, sentimiento noble que hay que comprender e incorporar a la política de la UE y de España'.

Libertad constitucional

Zapatero le exigió a Aznar disculpas por decir primero que su Gobierno le había dado libertad a esos grupos antiglobalización para gritar, porque esa libertad la concede la Constitución española, y le advirtió de que no le consentirá 'ni una sola vez más' que intente implicar a esos manifestantes con grupos violentos. Aznar llegó a llamar a esos manifestantes 'reaccionarios' y criticó la semana pasada al PSOE por conceder libertad a sus militantes para acudir 'al lado' de miembros de Batasuna. Aznar evitó la rectificación, alabó el trabajo de las fuerzas de seguridad durante la cumbre y tachó de incoherente al PSOE por protestar en la calle mientras muchos mandatarios socialdemócratas estaban sentados en el Consejo.

El portavoz de CiU, Xabier Trias, se dio por satisfecho con lo plasmado en Barcelona, pero no olvidó ensalzar la importancia y legitimidad de las marchas antiglobalización. También aprovechó para subrayar que Cataluña y otras regiones con poder legislativos deberían participar más en la futura construcción europea. El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, acusó a Aznar de pretender 'sacralizar, satanizar y mezclar con mentiras a los violentos con medio millón de personas que impugnaron en la calle' las políticas neoliberales. El coordinador de IU situó a Aznar como un miembro del 'furor ultraliberal' junto a Tony Blair y Silvio Berlusconi, que se 'pliegan a los designios de EE UU'.

Aznar despachó las críticas en 18 minutos de réplica y descalificó el discurso de Zapatero: 'Una soflama para consumo doméstico, bastante mala por cierto'.