Europa no consigue acortar la brecha tecnológica con EE UU

El acceso telefónico a Internet, al igual que las llamadas locales, cuestan en Estados Unidos la tercera parte que en la Unión Europea. La penetración de la banda ancha (ADSL o cable) es en la UE la mitad que en EE UU y patentar una invención cuesta cinco veces más. La Cumbre de Lisboa de marzo de 2000 pactó convertir a Europa en la zona más competitiva del planeta para 2010 gracias a la creación de una 'sociedad del conocimiento' basada en las nuevas tecnologías. Los jefes de Estado y de Gobierno constatarán en Barcelona que los retrasos y los incumplimientos mantienen a Europa demasiado lejos todavía de ese objetivo.

La única liberalización acordada en Lisboa con fecha fija fue la de las telecomunicaciones; que se situó en el 1 de enero de 2001. Como reconoce una fuente diplomática, tal liberalización no ha sido efectiva en la UE hasta muy recientemente a causa, fundamentalmente, de las resistencias de algunos Gobiernos y, sobre todo, de las operadoras dominantes. El resultado de ello es que la UE no ha logrado aún el abaratamiento de tarifas que pretendía generar dicha apertura a la competencia.

La UE no ha logrado aún el abaratamiento de tarifas de las telecomunicaciones

El balance elaborado por la Comisión Europea con vistas a la Cumbre de Barcelona constata, en consecuencia a los altos precios que se mantienen, que Internet ha registrado una auténtica explosión en la UE en los dos últimos años, pasando de un 18% de hogares conectados a casi un 40%, pero que aún no se explotan sus potencialidades en vistas a un mayor crecimiento económico. 'El comercio electrónico ha crecido menos de lo previsto', dice el Ejecutivo europeo. 'Sólo un 4% de los usuarios declara hacer comprar electrónicas de vez en cuando y sólo el 20% de las empresas europeas venden y compran en línea'. La penetración de la banda ancha en la UE es de apenas el 6%, mientras que en Estados Unidos ronda ya el 10%.

El incumplimiento más flagrante ha sido el de crear una patente comunitaria más ágil y barata, que debía haberse acordado el pasado. La patata caliente ha ido pasando de una presidencia a otra hasta la española, que ahora intenta acometer el proyecto con nuevos estudios sobre la carestía real de la actual patente. Su elevado precio se debe a los costes de traducción, ya que actualmente deben registrarse en francés, inglés y alemán, pero ni Francia ni Alemania están dispuestos a permitir que sus lenguas se abandonen.

La patente comunitaria es una solución que demandan fundamentalmente las pequeñas y medianas empresas. Pero mientras llega el acuerdo europeo, lo cierto es que en este terreno Estados Unidos, con 442 patentes por millón de habitantes, y Japón (374) siguen ocupando los primeros puestos a gran distancia de la Unión Europea, con sólo 194 patentes por millón de habitantes.

Los ministros de Investigación, reunidos ayer en Bruselas, clamaron de nuevo sobre la urgencia de la patente comunitaria y, además, acordaron pedir a los jefes de Estado y de Gobierno que debatan en Barcelona la necesidad de elevar la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) hasta el 3% del PIB (Producto Interior Bruto), fomentando sobre todo la participación privada.

Los primeros ministros del Reino Unido y Holanda, Tony Blair y Wim Kok, expresaron la misma opinión en una carta enviada a José María Aznar, presidente de turno de la Unión Europea, el mes pasado. 'Desgraciadamente, la Unión está fracasando en el objetivo de explotar al máximo su ciencia y su conocimiento de base', constataban ambos. En la actualidad, el nivel de inversión de la Unión Europea es del 1,8% del PIB como media, mientras que en Estados Unidos es del 2,8% y en Japón, del 3%.

España como actual presidenta de la Unión Europea muestra en todos estos terrenos los peores indicadores, con sólo un 25% de hogares conectados a Internet, con las tarifas telefónicas por encima de la media europea y con un gasto en I+D que es aproximadamente la mitad de la media comunitaria. España, junto con Grecia y Portugal, marcan lo que la Comisión Europea llama la 'fractura digital Norte-Sur' que vive la Unión Europea y que habría que intentar evitar en el próximo futuro.

La extensión de Internet en las escuelas era un punto fundamental de Lisboa, que se propuso conectar a todas las escuelas antes de finalizar el pasado año. No ha sido posible, pero es de destacar que el nivel de conexión está ya en el 89%.

En el lado positivo, la Comisión Europea sitúa el esfuerzo legislativo hecho y el reciente desarrollo de la red de alta velocidad para las universidades y los centros de investigación.

Actualmente, la red GEANT, que conecta a 3.000 centros de investigación y enseñanza, es la más rápida del mundo y la que ofrece la mayor cobertura geográfica, ya que llega a 32 países.