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Eudel rompe con la Diputación alavesa por desautorizarle en un órgano consultivo foral

El conflicto culmina el enfrentamiento entre el PP y los nacionalistas sobre financiación local

El enfrentamiento abierto desde hace meses entre la Diputación de Álava, gobernada por el PP, y los nacionalistas en materia de financiación local culminó ayer con el abandono de los representantes de Eudel, la asociación de municipios vascos, del Consejo Territorial de Administración Local y de Finanzas, un órgano consultivo formado por los ayuntamientos alaveses y la propia Diputación. El motivo de la ruptura es la decisión del Gobierno de Ramón Rabanera de cambiar el sistema de contribución a Eudel, además de restarle poder dentro del consejo territorial.

La mayoría de los ayuntamientos asociados a Eudel, tanto en Álava como en el conjunto del País Vasco, están gobernados por el PNV. Algunos de los alcaldes que asistieron a la reunión de ayer en representación de Eudel han participado en los últimos meses en las críticas a la Diputación alavesa por su política de financiación de los municipios. Los nacionalistas han culpado a Ramón Rabanera de favorecer a los ayuntamientos gobernados por el Partido Popular, y de olvidar a los del PNV y EA. También han presentado proposiciones, no aceptadas, para cambiar las aportaciones a las entidades locales. De hecho, en diciembre pasado terminó la vigencia de la norma de financiación municipal en Álava. Las Juntas Generales debieron aprobar una nueva norma foral hace tres meses, pero el prouecto aún está en fase de estudio.

La lucha política entre el PP y los nacionalistas ha abierto ahora un nuevo frente institucional: Eudel. Ya la semana pasada la Diputación alavesa no asistió a un acto convocado por la asociación de municipios vascos en apoyo de los concejales amenazados. Ayer, en el Palacio de la Diputación, se culminó el desencuentro al abandonar el Consejo de Administración Local y Finanzas los cinco representantes de Eudel, tres de ellos de PNV y EA, y dos más del PP, aunque éstos matizaron posteriormente su postura.

El motivo está en que la Diputación quiere revisar la fórmula de financiación que ha funcionado hasta ahora. Eudel, una asociación formada por la casi totalidad de los municipios vascos, 50 de ellos alaveses, se financia por un lado a través de cuotas que cobra a los ayuntamientos, y por otra parte, en el caso alavés, a través de un porcentaje -el 0,15%- que la Diputación detrae del Fondo de Financiación de Entidades Locales (Fofel) para entregarlo a la asociación. De esta forma, la institución foral retira un dinero -el año pasado fueron 30 millones de pesetas- de la partida que destina a los ayuntamientos y se la entrega directamente a Eudel, una fórmula similar a la que se aplica en Vizcaya y Guipúzcoa.

Pero el diputado de Entidades locales, Carlos Samaniego (PP), quiere cambiar este sistema al considerar que 'no respeta la autonomía municipal' y que asigna a la Diputación un papel de 'recaudadora' que él rechaza. El diputado quiere que, a partir de ahora, los ayuntamientos perciban de manera íntegra el Fofel y sea cada uno de ellos el que ingrese la cuota correspondiente a la asociación de municipios vascos.

Los representantes de Eudel entiende que Samaniego intenta negarles un reconocimiento oficial. El alcalde de Agurain, Iñaki Beraza, de EA, se quejó ayer también porque la Diputación quiere cambiar el procedimiento para designar a los miembros del órgano consultivo. Hasta ahora Eudel elegía al portavoz de cada una de las cuadrillas -las siete comarcas que componen la provincia-, y la Diputación propone que sean los propios ayuntamientos los que los designen, con la desautorización que ello implica para Eudel. Samaniego cree que el anterior sistema era 'más propio de democracias orgánicas, donde los ayuntamientos necesitaban tutelas de otros entes'.

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Los alcaldes que ayer abandonaron la sesión del consejo territorial representaban a los ayuntamientos de Zigoitia, Ayala y Agurain, todos ellos nacionalistas, y los de Armiñón y Labastida, ambos del PP.

El alcalde de este municipio riojano alavés, Ignacio Gil, señaló que quiere mantener 'una postura neutral' en el conflicto. 'Yo me he ido porque pertenezco a Eudel, pero discrepo de esa postura, tanto en la forma como en el fondo', señaló. Gil considera que la decisión de abandonar el órgano tiene 'un trasfondo político', algo en lo que coincide con Samaniego, quien lamenta que 'los representantes nacionalistas antepongan consignas políticas al buen funcionamiento de los ayuntamientos'.

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