Cinco soldados europeos mueren en Kabul al desactivar un misil ruso

Dos soldados alemanes y tres daneses pertenecientes a las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en Afganistán murieron ayer en Kabul al estallarles un misil antiaéreo SA3, de fabricación rusa, que trataban de desactivar. Además de los cinco muertos, otros cinco soldados resultaron heridos. Son las primeras bajas de la ISAF, que cuenta con unos 4.500 soldados y que comenzó su despliegue a mediados de diciembre. Además de garantizar la seguridad en Kabul, sede del Gobierno provisional afgano, las tropas recogen minas y proyectiles sin explosionar.

Once militares españoles, que no estaban en el lugar del accidente (un campo de voladuras a las afueras de Kabul), forman parte de la Unidad de Desactivación de Explosivos a la que pertenecían los fallecidos. En Alemania, sumida en la consternación, como Dinamarca, Haral Kujat, comandante en jefe del Ejército, dijo que lo de ayer fue 'un trágico accidente'.

Mientras, continúan los combates entre tropas afganas y de EE UU y los últimos focos de resistencia talibán y de Al Qaeda. El mando estadounidense reconoció que cientos de combatientes se han unido a los irreductos.