Bruselas rebaja las ambiciones de España de crear un banco euromediterráneo

La Comisión Europea ha propuesto crear una filial del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para ayudar al desarrollo del sector privado en los países de la cuenca mediterránea, con los que tiene un compromiso teórico de establecer un área de libre comercio antes de 2010.

La sugerencia se queda a mitad de camino de una idea mucho más ambiciosa de lanzar un nuevo banco, como querían el jefe del Gobierno español, José María Aznar, y el propio presidente del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi. Mejor utilizar lo que ya existe de manera más rápida y menos costosa, sostiene ahora Bruselas.

La propuesta comunitaria será abordada el próximo mes por los líderes de los Quince en la Cumbre de Barcelona y abordada con los 12 socios de la cuenca mediterránea (Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Siria, Autoridad Palestina, Malta, Chipre y Turquía) en la reunión de ministros de Exteriores, prevista para abril en Valencia.

España ha puesto siempre como una de las prioridades de su presidencia europea potenciar mucho más el diálogo euromediterráneo. Para ello sugirió que se acordaran sin demora los instrumentos que permitieran la creación de un banco para el desarrollo del sector privado en esos países.

Prodi reconoció ayer que dentro del propio colegio de comisarios no había una coincidencia sobre la naturaleza de tal banco y que incluso algunos de los componentes recomendaron únicamente poner en acción una facilidad de préstamo dentro del BEI, principal institución financiera internacional en la zona, con un volumen de préstamos de 1.500 millones de euros anuales y una cartera total de 9.000 millones para esas naciones. Prodi explicó que la idea de crear una filial dentro del BEI es menos ambiciosa que el proyecto inicial, pero se trata de una fórmula menos costosa y más rápida y permitirá también ofrecer préstamos muy competitivos.