Militares españoles intentan salvar a un niño afgano con cáncer

Médicos españoles del Ejército del Aire destacados en la base de Bagram, a 50 kilómetros de Kabul, intervinieron ayer a Bashir Hambulá, un niño de 12 años enfermo de linfoma que presenta unos tumores que le han deformado la cara y amenazan con ahogarle. La operación estuvo dirigida por el teniente coronel Luis Borobia, quien, en conversación con este periódico, señaló que el niño debería ser trasladado a España.

Bashir es uno de los muchos pacientes que, en escasos días, ya ha atendido la Agrupación Médica del Ejército del Aire destacada en las cercanías de Kabul y que forma parte del contingente español de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). Lo que hace su caso especial, más que la fuerte deformación que sufre a causa de grandes ganglios, es la urgencia con la que debe ser tratado el linfoma que sufre, ya que si los ganglios continúan desarrollándose le obstruirán las vías respiratorias. Ayer, un equipo formado por el teniente coronel Borobia, el comandante Cantalejo, el capitán López Conde y el teniente García Serrano practicaron una biopsia al niño y enviaron las muestras de tejido a Zaragoza en un Hércules español, adonde llegarán hoy para ser analizadas en el Hospital Central de la Defensa en Madrid.

'Si no recibe tratamiento, este niño morirá asfixiado', advirtió ayer desde la capital afgana el teniente coronel Borobia, quien subraya que esa decisión no corresponde al destacamento militar. 'Desgraciadamente aquí no puede recibir la quimioterapia y radioterapia necesarias. Lleva seis meses enfermo. Anduvo por varios hospitales, pero aquí no tenían medios para tratarle'. Algo que no sorprende al militar español dada la precariedad de condiciones de la sanidad afgana. 'Se te cae el alma a los pies. Uno no puede evitar pensar en la cantidad de cirujanos que no tienen trabajo en España y que aquí no se puedan hacer más cosas por falta de medios. Vas a un consultorio y te encuentras con que sólo es una casa de adobe con un par de camillas'. A pesar de esto el militar español señala que todos los componentes de la agrupación están 'ilusionados' por la 'gran labor' que tienen por delante.

Consulta dividida

La Agrupación Médica del Ejército del Aire ha dividido la consulta diaria en tres secciones, dedicadas a niños, mujeres y hombres. 'Vemos unos 120 pacientes al día, de los que unos 45 son niños y el resto se divide entre hombres y mujeres', explica el militar español, quien señala que la presencia de personal militar sanitario femenino es especialmente útil en ese país, 'ya que muchos hombres se niegan a que sus mujeres sean tratadas por médicos masculinos'.

La escasez de medicamentos hace que los médicos tomen medidas para evitar que su ayuda termine en el mercado negro. 'Por ejemplo, la medicación la damos por dosis. No facilitamos la caja entera', dice Borobia quien añade que hace unos días un convoy con medicamentos fue atrapado por un alud -'las condiciones climáticas están siendo especialmente duras'- y la carga se perdió. Los militares españoles están ahora a la espera de un envío de medicinas de EE UU.

Entre las notas positivas que los militares se han encontrado sobre las condiciones sanitarias en la zona, destaca el que no hay una especial incidencia de la malnutrición entre los niños. 'Claro que al no haber una medicina preventiva -por ejemplo, no hay vacunas- se dan enfermedades como la malaria y el paludismo. Además, la natalidad en las zonas rurales es de hasta diez hijos, ya que éstos representan mano de obra, y, claro, en estas condiciones la mortalidad infantil es muy alta'.