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El juez archiva el 'caso del espionaje' al PSOE de Baleares y exculpa a Jaume Matas

El ex presidente balear acusa al actual Gobierno autónomo de 'lanzar calumnias' contra él

El juez de instrucción de Palma de Mallorca Enrique Morell decidió ayer archivar el denominado caso Bitel, consistente en el presunto pinchazo del correo electrónico de un ex alto cargo del PSOE en el Consell de Mallorca y que desvió en 1998 y 1999 mensajes al Gobierno balear, entonces formado por el Partido Popular. El magistrado ha exculpado al ex presidente de aquel Ejecutivo y actual ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, pese a la petición de imputación contra él realizada por los treinta fiscales de Baleares.

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Jaume Matas reprochó ayer al actual Gobierno balear, que preside el socialista Francesc Antich, de utilizar 'la justicia para hacer política' y una 'campaña' tanto contra él como contra el Partido Popular. Matas señaló que 'mucha gente', pero 'sobre todo' el Ejecutivo balear, se ha dedicado a 'lanzar calumnias' contra su persona, si bien el auto judicial demuestra que 'el tiempo da o quita la razón'.

El auto de Enrique Morell da como 'cierto y contrastado' e 'indiscutible' que el correo electrónico del consejero socialista Francesc Quetglas, responsable de Urbanismo de Mallorca, estuvo desviado 'indebidamente' entre 1998 y 1999 al ordenador del secretario de Jaume Matas (PP), presidente del Gobierno de Baleares desde 1996 a 1999. El instructor rechaza que hubiese intencionalidad y que se haya cometido un delito de revelación o descubrimiento de secretos. Quetglas acusó hace casi dos años a Matas de espiarle y de haber obtenido ilegalmente al menos dos textos, con estrategia política, de su correo electrónico.

La junta de fiscales había pedido por unanimidad recientemente la imputación de Matas ante el Supremo por tener 'indicios suficientes' contra él. El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, no había expresado todavía su parecer. Ayer, el juez Morell decidió archivar el caso por falta de indicios racionales de criminalidad. La denuncia inicial, de marzo de 2000, fue presentada por el Gobierno socialista balear.

'No hay indicios'

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El instructor del caso asegura que 'no hay indicios' que permitan elevar la causa al Supremo. A su juicio, ni Matas ni su gabinete efectuaron o se 'aprovecharon' del 'redireccionamiento del correo' electrónico de Quetglas, irregularidad que no fue intencionada sino fruto de un error casual no subsanado, según el juez.

El juez sostiene que los colaboradores de Matas investigados no se 'apoderaron' de los mensajes de Quetglas, ni manipularon ni descubrieron sus secretos, ni 'vulneraron su intimidad'. Morell da por buena la tesis del error tecnológico de la empresa informática Bitel -controlada en aquella época por el Gobierno presidido por Matas, Telefónica y Sa Nostra- y de la imposibilidad de detectar autorías ni manipulaciones en los mensajes de Quetglas. El correo electrónico de ese ex cargo público socialista saltaba al buzón de entrada de la Presidencia del Gobierno balear.

Morell relata 'multitud' de complejas indagaciones informáticas y policiales y se apoya en las tesis del perito de la defensa del Partido Popular, Damià Vidal, y en el informe de los policías de la Unidad de investigación de la delincuencia en tecnologías de información de Madrid, y desestima los argumentos de la acusación y de su perito. Quetglas, defendido por el letrado y diputado socialista Antonio Diéguez, recurrirá contra el archivo ante la Audiencia de Palma de Mallorca, y es probable que la fiscalía también se oponga al archivo del caso.

En el auto se insinúa un posible reproche al actual Gobierno de izquierdas y se pone en duda la imparcialidad de un director general en cuyo departamento se disponían de copias de seguridad de los servidores informáticos de los que proceden las pruebas aportadas, ahora desestimadas.

El Partido Popular de Baleares afirmó ayer que los abogados del Gobierno autonómico y 'sus mariachis' harán 'aún más el ridículo' si recurren contra el auto que ha archivado la denuncia de supuesto espionaje electrónico.

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