Un impuesto de cien millones para Repsol-YPF

Repsol-YPF ha recibido una nueva bofetada en Argentina esta semana. El impuesto sobre las exportaciones de crudo (20%) y productos de refino (5%), a partir del 1 de marzo y durante cinco años, va a costarle, según primeras estimaciones realizadas en función de su exportación de crudo argentino en 2001 y de los últimos precios del barril (17 dólares), unos 104 millones de euros anuales y reducir sus beneficios en torno al 5%.

Repsol-YPF, sorprendida por la adopción del impuesto cuando negociaba su sustitución por un pago único, declina hacer una estimación sobre el castigo que va a soportar. Es complicado valorar su impacto, señala, porque depende de varias variables: precio del crudo, volumen de producción y barriles destinados al mercado doméstico y al externo (Argentina, véase el gráfico, sólo alcanza relevancia exportadora en crudo con un precio alto del barril).

La repercusión para Repsol es menor en el caso de otros productos petróliferos (naftas, querosenos, gasolinas, aceites y lubrificantes), no sólo por la menor cuantía del impuesto, sino también por el menor peso de la exportación.

Los analistas, urgidos por estimar la repercusión del impuesto en Repsol-YPF, han adelantado todo tipo de cifras con sus propias hipótesis sobre volumen de exportación y precios medios del barril en 2002: 300 millones de euros (SCH), 237 millones (Ibersecurities) o 200 millones (BNP)...

Según la mayoría de los analistas, la parte positiva del impuesto es que su cuantía es un 50% inferior a algunas de las cifras barajadas en enero, que no afecta al gas y al gas licuado de petróleo (GPL), que termina con la incertidumbre que pesaba sobre el valor y que, además, la cotización ya descuenta el grueso de ese castigo.

La penalización del impuesto se suma a la devaluación del peso frente al dólar y a la caída de los precios del petróleo. Una devaluación del 29% este año, según calculaba Merrill Lynch en enero, tendría un impacto de 295 millones de euros en el beneficio neto estimado de Repsol; pero la flotación ha llevado ya al peso a una depreciación cercana al 100%.

Las remuneraciones de directivos y cargos de Repsol-YPF también se van a ver afectadas, ya que parte de las mismas varía en función de los resultados. La matriz niega que se hayan enviado fondos a Argentina para pagar nóminas, pero reconoce que su personal ha sufrido las limitaciones del corralito a la hora de cobrar.