Alemania logra el apoyo del Reino Unido y Francia para evitar la reprimenda de Bruselas por elevar su déficit

Alemania ha conseguido rodearse ya de aliados suficientes dentro y fuera de la zona euro para oponerse a la dura reprimenda propuesta por la Comisión Europea por haberse acercado peligrosamente al límite del 3% de déficit. Alemania evita así que los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) activen el llamado mecanismo de 'alerta rápida'. Reino Unido, Luxemburgo y Francia han dicho públicamente que no comparten el análisis realizado por Bruselas, y la presidencia española en la UE se ha esmerado para encontrar una solución de compromiso que satisfaga a todos, incluido Portugal, también amonestada.

Echando las cuentas, los números salen. Berlín ya suma el mínimo de votos necesarios para obligar al conjunto del Ecofin a plegarse ante sus exigencias: los 10 del Reino Unido, los 10 de Francia, los 5 de Portugal y los 2 de Luxemburgo. Es lo que se conoce en la jerga comunitaria como minoría de bloqueo, 27 votos en total. A este grupo se le pueden llegar a sumar también Italia y Dinamarca, con 10 y 3 votos más, respectivamente. Lisboa puede evitar de rebote que se le active de momento ese mecanismo de advertencia a la espera de que se conozca el programa del nuevo Gobierno que salga tras el proceso electoral en curso.

El temor en Bruselas es que, al rechazarse la aplicación de la alerta rápida a Alemania, se pondrá en cuestión el análisis realizado por la Comisión Europea, aunque de alguna manera ya se ha hecho. El ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, considera que la interpretación que se está haciendo del Pacto de Estabilidad 'es muy estrecha', y defiende una más 'prudente' en la que se tenga en cuenta el impacto 'del ciclo económico'. 'La manera que ha escogido la Comisión para aplicar el Pacto con Alemania no es consistente con esta interpretación', reiteró Brown, que se puso en contacto con su homólogo de Finanzas alemán, Hans Eichel, para mostrarle su apoyo.

Irritación

Pero la rigidez de Alemania a la hora de negociar una solución aceptable para todos y que no ponga en peligro toda la política de coordinación económica de la UE está empezando a irritar a muchos países. Los más reacios a este enjuague son Bélgica, Holanda, Finlandia y Austria. Por eso la fórmula que se encuentre al final en el Ecofin deberá tener en cuenta las consecuencias inmediatas en el Pacto de Estabilidad y en los instrumentos de control recogidos en él para presionar políticamente a los países que se desvíen del objetivo del equilibrio presupuestario. Una de las ideas que circulan es que Alemania se comprometa en firme a tener completamente saneadas sus finanzas en 2005 a más tardar.

La Comisión Europea también se mantiene firme a la hora de defender su propuesta y recuerda que está en manos del Consejo adoptarla o rechazarla. 'Nuestra posición y nuestro análisis siguen siendo válidos', dijo el portavoz de la cartera de Asuntos Económicos, Gerássimos Thomas. 'La Comisión es sensible y trabajará en soluciones que preserven los objetivos de la alerta y su uso en el futuro', añadió. Pero lo que deja claro Bruselas es que, si el Ecofin no acepta su recomendación, 'deberá explicar y justificar su decisión'.