_
_
_
_
_
CRISIS EN LA PRIMERA EMPRESA DEL METAL DE LLEIDA

Pujol viaja a Polonia para explicar a empresarios catalanes las ventajas de invertir en ese país

La visita coincide con la decisión de Lear de trasladar la planta de Cervera a suelo polaco

La visita oficial que Jordi Pujol inicia a finales de esta semana a Polonia no podía llegar en peor momento. La multinacional norteamericana de componentes del automóvil Lear ha decidido cerrar su planta de Cervera y trasladar parte de su producción a Polonia para ahorrarse, dicen, costes laborales, lo que dejará en la calle a 1.280 personas. El presidente de la Generalitat estará acompañado de medio centenar de empresarios catalanes a quienes venderá los atractivos económicos que supone invertir en Polonia. Algunos, como Lear, ya se han anticipado.

Pujol permanecerá toda una semana en Polonia. El viaje oficial se prolongará desde este sábado hasta el miércoles de la próxima semana -visitará Varsovia, Cracovia y Katowice- y después se quedará dos días en la capital polaca para participar en los debates de la fundación Nuestra Europa, que dirige el ex presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors. El presidente visitará diversas empresas catalanas, entre ellas Metalux, que ya dispone de plantas en el país, y estará acompañado por el consejero de Industria, Antoni Subirà.

A falta de competencias en relaciones internacionales, el presidente del Gobierno catalán ha dado un perfil económico y cultural a sus salidas al extranjero, por lo que siempre viaja rodeado de un nutrido grupo de empresarios catalanes a quienes exhorta a establecer lazos comerciales con el país de destino. Previamente, el Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (Copca) se encarga de cerrar citas y contactos con empresarios locales.

Polonia no es el único país, que visita Pujol, beneficiado por la deslocalización industrial que en los últimos años practican las multinacionales y, cómo no, los empresarios catalanes. Y en casi todos ellos, el presidente de la Generalitat y su consejero de Industria no sólo se han mostrado comprensivos con este fenómeno sino que lo han estimulado.

En su viaje a China de julio de 2000, por ejemplo, Pujol visitó una fábrica de monturas de gafas de la compañía Indo, que ha cerrado diversas plantas de producción en Cataluña y se ha decidido a instalarse en países con menores costes laborales y escasa conflictividad sindical. En aquella ocasión, Pujol y Subirà explicaron que muchas empresas catalanas continúan existiendo gracias a la diversificación geográfica de sus inversiones, lo que les permite mantener abiertas algunas plantas de producción en Cataluña, aunque hayan tenido que cerrar otras.

En febrero del pasado año, el presidente de la Generalitat hizo lo mismo durante su visita a Marruecos. Algunos empresarios catalanes explicaron que su instalación en ese país del Magreb obedece a la barata y abundante mano de obra existente, lo que reduce entre un 40% y un 50% los costes de producción en comparación con España. Además, se benefician de la nula presencia de sindicatos, lo que garantiza escasos conflictos laborales. Y, como en otros países, el Gobierno también ofrece incentivos fiscales a las empresas extranjeras que quieren instalarse en Marruecos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tan sólo en este país norteafricano, más de 200 empresas catalanas cuentan con intereses económicos, la mayoría de ellas pertenenciente al sector textil.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_