Los Quince apoyan la 'rápida' creación de un Estado palestino para activar el proceso de paz

Los ministros de Asuntos Exteriores de los 15 países miembros de la Unión Europea alcanzaron ayer un 'consenso general', según afirmó el español Josep Piqué, para apoyar la 'rápida' creación de un Estado palestino, 'incluso sin contornos definidos', a fin de activar las negociaciones de paz en Oriente Próximo. Los acuerdos palestino-israelíes firmados en septiembre de 1983 en Oslo, sobre la base de los principios acordados en la Conferencia de Madrid de un año antes, preveían, en cambio, que el Estado palestino sólo se fundaría al concluir las negociaciones.

El cambio de postura de los Quince expresa su convicción de que, para salir del punto muerto en que se encuentra el conflicto, no basta con exigir condiciones de seguridad a la otra parte, como hacen los israelíes, sino que es preciso recuperar una perspectiva política que abra horizontes por encima de la violencia cotidiana. Los ministros están de acuerdo en que la UE tiene que desarrollar una política activa, capaz de hacer que EE UU se implique más en este problema.

No obstante, los Quince quedaron ayer muy lejos de formular una iniciativa propia, ya que la propuesta informal francesa que básicamente debatieron incluía también la idea de que se celebren elecciones en Palestina. La propuesta encontró tanta oposición que el propio ministro francés, Hubert Védrine, terminó por decir a la prensa que se trataba de una simple sugerencia, 'y no para la semana que viene'.

El ministro alemán Joshka Fischer dijo que, aunque sería importante que los palestinos voten a fin de legitimar a su representante y confirmar que siguen comprometidos con los principios del proceso de paz, no se dan las condiciones para que eso ocurra. Propuso como alternativa un referéndum sobre el reconocimiento del Estado de Israel. También Piqué afirmó que la UE quiere 'elecciones en condiciones de normalidad, y en este momento, con los territorios bloqueados y Arafat sin libertad de movimientos, no se dan'. 'No se puede pedir a Arafat que haga todos los esfuerzos por garantizar la seguridad de Israel y al mismo tiempo limitar sus movimientos', añadió.

El británico Jack Straw, con un lenguaje más próximo al de EE UU, insistió en que 'hay que garantizar la seguridad como condición previa para activar el proceso político'. La creación inmediata de un Estado palestino casi virtual, que se iría llenando de contenido, como medida central de una etapa intermedia que parece inevitable para retornar desde el caos actual a la vía del diálogo, es, de hecho, una iniciativa del ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, y del presidente de la Asamblea Nacional Paletina, Abú Alá. No consta que tenga el apoyo del primer ministro israelí, Ariel Sharon, y menos el de su Gobierno, pero goza del respaldo de Washington, según indicó ayer el alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.

No se trata de una iniciativa nueva y no se ve afectada por la declaración que hizo en la noche del viernes el Departamento de Estado, en el sentido de que Washington considera que ya hay bastantes ideas sobre la mesa y que lo importante es seguir presionando a Arafat para que garantice la seguridad de Israel.

Védrine, cuya propuesta informal mereció el rechazo explícito americano, comentó ayer: 'Si la política europea empieza por descartar lo que no le gusta a EE UU, a Israel y a los árabes, ¿qué podremos hacer?'. El ministro francés añadió que el modelo actual de la relación euro-atlántica no le parece satisfactorio. Piqué consideró que entre Europa y EE UU hay una coincidencia esencial de puntos de vista, pero, refiriéndose a la declaración del Departamento de Estado, afirmó: 'La UE tiene la opinión clara de que hay documentos sobre la mesa de gran utilidad, como los informes Tennet y Mithchell, pero que no producen efecto. Todos tenemos la obligación de aportar ideas para desbloquear la situación'.

Como presidente del Consejo, Piqué formulará una propuesta europea basada en el debate de ayer que será presentada al Consejo de Asuntos Generales que los Quince celebrarán en Bruselas el próximo 18 de febrero.