Los diputados argentinos procesan a la Corte Suprema

La apertura del juicio político del Congreso a unos jueces nombrados indirectamente por el ex presidente Carlos Menem en diferentes momentos de sus diez años en la Casa Rosada coincide con la habitual convocatoria de cacerolazo de cada jueves frente a la Corte Suprema, que hoy se espera que sea especialmente concurrido. Tanto la manifestación como la decisión del Congreso suponen motivos de satisfacción para el Ejecutivo del presidente Eduardo Duhalde, que el pasado viernes sufrió un fuerte revés con la decisión de los nueve jueces de declarar inconstitucional el corralito financiero que controla el acceso de los ciudadanos a los depósitos bancarios. El Gobierno respondió a la medida decretando un periodo de seis meses durante el cual no se tramitarán recursos contra el corralito.

No todos los jueces de la Corte Suprema tienen igual responsabilidad en las acusaciones de los casos en los que hubo mal desempeño (venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, investigación del atentado contra la Embajada de Israel, decisión sobre el corralito), pero el juicio político alcanza a los nueve: 'No habrá diferencia entre los que hicieron y los que consintieron', según el diputado justicialista Sergio Acevedo, presidente de la comisión. Cuando se concrete la suspensión de los jueces, en el curso del procedimiento, habrá que sustituirlos por suplentes nombrados por el Consejo de la Magistratura.