Sanidad cierra una clínica ilegal de adelgazamiento en Jorge Juan

La Consejería de Sanidad precintó ayer un centro, autodenominado de 'medicina estética', en la calle de Jorge Juan, 64. El día anterior, la Guardia Civil detuvo a su propietario, Vicente Puig López, a quien buscaba desde hacía dos semanas tras recibir a finales de 2001 la denuncia de una mujer que declaró sentirse mal al tomar las pastillas que éste le suministró para adelgazar. Pese a que Sanidad afirmó que ésta era la primera denuncia que había recibido contra el supuesto médico, el hijo de una edil del PP en Madrid ya le había demandado el año pasado por el mismo motivo.

José María Montesinos Rodríguez, de 28 años, hijo de la concejal del PP del distrito de Hortaleza María del Carmen Rodríguez, presentó una denuncia contra Puig López el 5 de marzo de 2001. Según explicó ayer su abogado, Francisco López Silva, Montesinos 'estuvo a punto de morir tras tomar las pastillas suministradas por Vicente Puig López'.

Montesinos acudió por primera vez a la consulta del detenido en verano de 2000 porque quería adelgazar, según cuenta su abogado. El supuesto médico le vendió unas pastillas que empezó a tomar el 29 de julio. Seis días después, el 3 de agosto, el hijo de la edil popular fue ingresado en la clínica de la Zarzuela, donde le diagnosticaron una 'bajada muy brusca del nivel de potasio que le llevó al borde de la muerte', añade López Silva.

Tras este hecho, la familia de Motesinos presentó una denuncia por 'tratamiento inadecuado y falta de control en el suministro de la medicación'. Las pastillas fueron remitidas al Instituto Nacional de Toxicología, que, tras analizarlas, descubrió que contenían, al menos, los siguientes principios activos: clortalicona y triantereno (diuréticos que facilitan la pérdida de líquido) y tiratricol y levotiraxina, sustancias que activan el funcionamiento de la glándula tiroides y, por tanto, favorecen el adelgazamiento.

Un portavoz del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid aseguró que 'mezclar diuréticos y hormonas que activan la tiroides está prohibido en España'. Los farmacéuticos, además, denunciaron que 'el tiratricol es una sustancia no autorizada para uso médico' y que la ley prohíbe vender medicinas en las consultas.

La denuncia de la familia de Montesinos, presentada el 5 de marzo de 2001, llevó a Puig López a declarar en el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid. Allí, éste admitió no ser médico. 'Dijo que su titulación era una diplomatura en homeopatía, alimentación y salud de la Universidad Politécnica de Madrid', según el abogado de la familia de Motesinos.

Investigación

La Consejería de Sanidad afirma desconocer la existencia de esta denuncia. Según un portavoz del Gobierno regional, las investigaciones sobre este centro de la calle de Jorge Juan se iniciaron el pasado mes de diciembre cuando una mujer que se declaró paciente de Puig López denunció sentirse mal tras tomar las pastillas del supuesto médico.

Sanidad, tras el aviso de la mujer, inició dos vías de investigación. Primero sometió a la afectada a un exhaustivo examen médico para verificar que había una relación directa entre las pastillas que venía consumiendo y su precario estado de salud. Según fuentes de Sanidad, la mujer padece trastornos en su tiroides. Paralelamente, alertó a los servicios de la Guardia Civil, que comprobaron, en primer lugar, que el centro de la calle de Jorge Juan -que, según los vecinos, lleva abierto más de dos años- carece de licencia. Encontrar a Puig López les llevó más tiempo.

'Los agentes estuvieron dos semanas intentanto localizar al supuesto médico', relató un portavoz de Sanidad. 'Debía de sospechar que estábamos tras él'. Finalmente, el pasado martes agentes de la Guardia Civil lograron localizarlo cuando llegaba a su consulta. En el transcurso de las investigaciones de la Guardia Civil, los agentes conocieron que otras pacientes de Puig López también se habían sentido mal al consumir las pastillas para adelgazar que éste les vendía. Cuando la Guardia Civil registró la consulta del falso médico, halló frascos de pastillas sin precinto y envases en los que no figuraba ni la composición de las cápsulas ni el prospecto médico.

Además, durante el registro se encontraron 'diversos títulos universitarios', según un portavoz de Sanidad: 'Suponemos que todos son falsos, pero estamos comprobándolo. Es curioso que posea tantas titulaciones, todas ellas de univeridades españolas y todas de la especialidad de endocrinología', agregan.