_
_
_
_

Duhalde intenta evitar la bancarrota

El presidente argentino anuncia hoy su plan económico retrasado por la decisión del Supremo

Nunca antes, fueron tan impopulares los miembros del máximo tribunal argentino
Más información
El Supremo argentino declara inconstitucional el 'corralito' argentino
Argentina busca el apoyo de España para ablandar al FMI
Miles de argentinos marchan a la Casa Rosada para pedir un puesto de trabajo
El Gobierno argentino paraliza todas las decisiones judiciales contra el 'corralito'
Duhalde mantiene el bloqueo de cuentas bancarias en su nuevo plan económico
El plan para sostener el sistema financiero en Argentina abre una crisis en el Banco Central
Tema:: La crisis argentina
Participación:: La opinión de los lectores
Gráfico animado:: La economía argentina

En la Cámara de los Diputados se formó al fin la Comisión de Juicio Político contra los jueces de la Corte Suprema y la próxima semana comenzará la revisión de 28 demandas que permanecían dormidas. En cuanto decida cuáles admite a trámite se iniciará el proceso que antes de dos meses podría pasar al Senado, constituido en cámara de sentencia. "Vamos a trabajar mañana tarde y noche. En 30 días podría estar formulada la acusación contra los miembros de la Corte en la Cámara de los Diputados y pasar a sentencia al Senado", dijo el diputado peronista Sergio Acevedo, presidente de la Comisión de Juicio Político. No se descarta que la creciente presión popular y las caceroladas acaben mucho antes con la carrera de los nueve jueces.

Varios argentinos se manifiestan tras el discurso en el que Duhalde advirtió del riesgo de anarquía.
Varios argentinos se manifiestan tras el discurso en el que Duhalde advirtió del riesgo de anarquía.EFE

Cómo se puede sacar dinero

Viernes, mediodía de verano, plaza de Mayo. El sol abrasa. La crisis se expone brutalmente como una fractura. La pequeña multitud que colma las calles vuelve una y otra vez los ojos a las pantallas indicadoras de la cotización del dólar. Huele a residuo, a sudor, a sangre por venir. Cientos, miles de pies, de zapatos viejos, de zapatillas de marca raspan las aceras, el pavimento roto hasta los primitivos adoquines. Se ven las capas de asfalto superpuestas de los parches en los agujeros de la calzada. De pronto, un ahorrador que llevaba audífonos y escuchaba radio, da aviso a los demás de la cola sobre el fallo de la Corte. El hombre no se decide a dejar la cola en la que espera hace tres horas que le vendan dólares. Quiere irse 'ya' a la sucursal que le corresponde a pedir que le devuelvan el dinero. Alguien le explica que no será tan simple ni sencillo. El tribunal sólo se pronuncia sobre el expediente que le llega por vía del recurso. La sentencia de la Corte obliga a todos los jueces de los tribunales inferiores a resolver los casos similares en el mismo sentido, pero hay que iniciar la demanda. El hombre comprende, calla, se resigna y se entera: para beneficiarse con una sentencia similar a la del fallo del Supremo, los clientes tendrán primero que presentarse en la ventanilla de su banco acompañados de un notario, pedir la restitución de su depósito, dejar constancia en un acta si se lo niegan y luego presentar todos los papeles y certificados en los tribunales. En estos casos no hay instancias de pruebas y los bancos ni siquiera se molestarán en presentar recursos porque el juez, salvo alguna objeción de forma, tiene que dictar sentencia en línea con la resolución de la Corte. Todo el trámite se puede demorar dos semanas si hay buena predisposición en el juzgado, salvo que se produzca una avalancha de demandas y los despachos se desborden. Dólar, dolor, peso, carga, fatiga, humillación. Un hombre se quita un zapato y golpea las puertas de acero del Banco Hipotecario. Un grupo de manifestantes se reconoce por el cartel que llevan colgado al cuello: 'Puse dólares, quiero dólares'. Entre ellos, una mujer se ahoga de nervios y de bronca antes de poder explicarse: 'Me dan mis dólares en cuotas y en pesos, al cambio de 1,40 y después tengo que ir a otra ventanilla para comprárselos a ellos a 1,80, pero ¿se da cuenta, usted se da cuenta?'. Luego, se aleja hacia las ventanillas y comienza a gritar: '¡Ladrones, hijos de puta!'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_