300 ganaderos de Osona piden soluciones para la peste porcina

Más de 300 ganaderos de Osona afectados por el nuevo brote de peste porcina trasladaron ayer sus protestas a Barcelona para reclamar por enésima vez las medidas de mercado previstas en estos casos.

En la Delegación del Gobierno en Barcelona se les prometió que se transmitiría urgentemente su petición al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Representantes de la Generalitat se solidarizaron con la situación y prometieron hacer todo lo que esté en sus manos para encontrar una solución y ayudar a los ganaderos a mantener sus explotaciones después de la crisis.

Eran las 10.30. Una hilera de cinco autobuses esperaba delante del edificio El Sucre, en Vic, a cerca de 300 ganaderos para llevarlos a Barcelona. Su destino, la Delegación del Gobierno. Su objetivo, entrevistarse con la delegada, Júlia García-Valdecasas, para trasmitirle la penosa situación que se vive en la comarca después de la declaración oficial de nueve focos de peste porcina. Por el momento se han sacrificado 72.000 cerdos y hay inmovilizados más de un millón de animales. 'La situación es insostenible', esta fue la frase más repetida durante todo el día.

Situación límite

Los ganaderos a quienes les han matado los animales estan desesperados. Se han quedado sin ingresos económicos; si quieren volver a reactivar la granja se les abre un periodo no inferior a dos años para restablecerse y, por el momento, no han visto ni un euro de las indemnizaciones establecidas por ley. 'Estoy en el paro. Me han matado los animales, y suerte que mi mujer trabaja porque de otro modo no sé cómo comeríamos'.

La situación aún es peor para los ganaderos que no pueden mover sus animales. Las madres reproductoras no dejan de parir, los cerdos no dejan de comer y ya no tienen espacio donde meter los animales. 'Ayer tuve que pedir ayuda a mi hermano porque tenía un cerdo de 100 kilos y solo no podía moverlo'. Este ganadero reflexiona en voz alta: 'Es inhumano, ¿no tienen sentimientos? Los cerdos estan unos encima de otros, no caben y se mueren de asfixia'.

La situación no es mejor para los propietarios: 'El estrés, la desesperación, la pena que da entrar en los corrales y ver ese panorama'. Otra ganadera decía: 'Es una lástima ver como el pasado, el presente y el futuro de generaciones se pierde por una cosa así'.

Los ganaderos reclaman las medidas de mercado, que consisten en que la Administración compre los cerdos inmovilizados. Con ello se consigue aligerar de animales las granjas y se reduce el riesgo de expansión del virus. Lo único que se necesita es que el Gobierno central pida estas medidas a Bruselas, pero hasta ahora Madrid no les hace caso.

Los manifestantes cortaron durante media hora la avenida del Marquès de l'Argentera y el Pla de Palau. Luego la protesta se trasladó ante el Palau de la Generalitat cortando la Via Laietana. Allí se reunieron con representantes del sector y la Administración. Luego emprendieron su regreso en autocar, dispuestos a volver.