La crisis argentina limita el beneficio del BBVA a 2.363 millones de euros, un 6% más

'Tenemos todo provisionado; pase lo que pase en Argentina, no nos puede afectar más'. Éste fue el principal mensaje que ayer transmitió Francisco González, presidente de BBVA, durante la presentación de las cuentas de 2001. El banco ha provisionado 1.354 millones de euros (225.287 millones de pesetas) contra resultados, por lo que el beneficio neto ha sido de 2.363 millones de euros (393.170 millones de pesetas), un 5,9% más, frente al 16% prometido. González cree que la única salida para Argentina es un pacto con el FMI y sugirió la posibilidad de irse del país si no hay un acuerdo.

Al mal tiempo, buena cara. Desde primera hora de la mañana, la acción del BBVA era una de las que más caían en Bolsa, pero Francisco González insistió, ante analistas y periodistas, que la cuenta de resultados 'era de las más solventes del panorama internacional'. El nuevo presidente único, que se estrenaba en su cargo tras la renuncia del copresidente Emilio Ybarra y el consejero delegado Pedro Luis Uriarte, aseguró que el sacrificio que han realizado en las cuentas de 2001 se justificaba porque se han blindado frente a la crisis argentina.

González quitó importancia al hecho de que los beneficios hayan crecido menos de un 6%, a pesar de que en octubre el banco dijo que aumentarían un 16% y, meses antes, fijaron esta tasa en un 24%. El culpable de esta rebaja 'ha sido Argentina y la crisis internacional acelerada por los atentados del 11 de septiembre', explicó González. El BBVA sigue los pasos del Santander Central Hispano (SCH), que también redujo la tasa de incremento del beneficio desde el 26% hasta el 10%, si bien el banco vasco gana 120 millones de euros menos que su competidor.

El BBVA contrarrestará la incertidumbre 'con uno de los mejores equipos de gestión del mundo, que está integrado y libre de ataduras para afrontar estos tiempos', afirmó González.

La crisis de Argentina ya está poniendo a prueba a este equipo. El presidente del BBVA confió en que el Gobierno de Argentina alcance un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para superar la crisis y lograr así 'el apoyo de toda la comunidad internacional'. De no producirse este acuerdo, el máximo ejecutivo de BBVA cree que se llegará a una situación límite. En este caso, que González dijo no considerar, al banco no le quedaría otra posibilidad que replantearse su inversión, 'porque no se podría ofrecer rentabilidad al accionista'.

A pesar de todo, González se mostró más optimista y diplomático que su colega Emilio Botín, presidente del SCH. A su juicio, las inversiones en Argentina 'son estables y de largo plazo'. La filial del BBVA, el Banco Francés, perdió 218 millones de euros en 2001.

Por su parte, el consejero delegado del banco, José Ignacio Goirigolzarri, se estrenó en su puesto con los cálculos de la crisis argentina. Para el BBVA supuso un total de 535 millones de euros (89.017 millones de pesetas), que se sanearon contra patrimonio. Además, con cargo a los resultados se sanearon el 100% del Banco Francés, la cancelación de los fondos de comercio, el saneamiento de la deuda subordinada y la reducción de la aportación de las empresas participadas, que en total supuso 1.354 millones de euros (213.307 millones de pesetas).

González pidió que se mantuviera el corralito argentino, que limita el efectivo del que pueden disponer los argentinos, 'hasta que se devuelva la confianza al sistema', ya que lo contrario 'sería suicida'. El presidente del BBVA anunció que se ha elevado del 10% al 15% su participación en la BNL de Italia y que el banco quiere 'protagonizar las fusiones en Europa, aunque no están cerca'.

Goirigolzarri destacó la fortaleza de los márgenes de la cuenta de resultados, por la buena marcha del negocio típico. El banco anunció que en 2002 el beneficio por acción (BPA) crecerá un 10%, una cifra fácilmente superable, en opinión de los analistas. Este año el BPA sólo ha crecido un 1,7% porque el banco amplió capital. González negó que hubieran rebajado los objetivos para rebasarlos con comodidad y afirmó que sólo se guían 'por la prudencia'.