La epidemia de gripe se ceba en los niños y dobla las consultas de pediatría
El pasado domingo fueron atendidos en el servicio un total de 410 niños
El virus de la gripe, que este año está afectando fundamentalmente a los niños, ha doblado el trabajo de los pediatras en los servicios de atención primaria, así como las visitas domiciliarias y hospitalarias, y está dejando en cuadro las guarderías y las escuelas.
En pleno brote epidémico del virus, Sanidad asegura que la situación está controlada y recomienda a los padres que sólo acudan a los servicios de urgencias de los hospitales 'en los casos de mayor gravedad'. Los especialistas prevén que la epidemia remitirá a partir de la próxima semana.
Los domingos, el servicio de urgencias de pediatría del Hospital de Cruces atiende a 300 niños en invierno y a 210, el resto del año. La media se disparó el día 20, cuando las urgencias hospitalarias de Cruces, fundado en 1957, registraron su máximo histórico. Un total de 410 niños acudieron a las consultas pediátricas de urgencias, que han multiplicado su trabajo por el azote de la gripe. 'El domingo pasado fue un día muy especial con una gran sobrecarga de trabajo por la cantidad de niños que vinieron y por la gran afluencia de pacientes', asegura una enfermera del hospital vizcaíno. Igualmente doblaron el número de pacientes atendidos los hospitales de Txagorritxu y Donostia. Al servicio de urgencias de pediatría del centro alavés acudieron ese día 160 pacientes y al del complejo guipuzcoano, 230 niños.
Aunque la punta se registró el pasado viernes, el virus de la gripe de este año, que está afectando, sobre todo, a los menores de cinco años, está vaciando las aulas y copando los servicios sanitarios. No obstante, fuentes del Departamento de Sanidad aseguran que la situación está controlada. De hecho, la tasa de ocupación de los hospitales vascos estaba el viernes en el 90% de las 5.000 camas de los hospitales vascos, y ni el virus de la gripe ni sus derivaciones, que pueden ser fatales en los pacientes con afecciones crónicas, han obligado a retrasar ninguna intervención.
El año 2000 la epidemia de la gripe fue especialmente virulenta, alcanzando una tasa de 666 casos por cada 100.000 habitantes. Un año atípico fue 2001, con una climatología fuera de lo habitual que provocó que no hubiera epidemia; es decir, no se alcanzaron los 400 casos por cada 100.000 habitantes.
Este invierno, este virus que cambia cada año y que se traslada de Oriente a Occidente, ha esperado al nuevo año para manifestarse con fuerza. La primera semana del año, sólo había en Euskadi 65 casos de gripe por cada 100.000 habitantes, una tasa que se disparó la segunda semana de este mes hasta los 231 casos registrados y que la semana pasada ha golpeado de pleno, afectando a 476 de cada 100.000 habitantes.
Esperando el pico
'Pensamos que la semana entrante habremos alcanzado el pico más alto de incidencia de la gripe y la epidemia comenzará a remitir', señala Jon Darpón, director de asistencia sanitaria de Osakidetza. El virus está golpeando los más pequeños provocándoles un cuadro 'de entre dos y cuatro días de fiebre alta, tos, expectoración y, en algunos casos, molestias gastrointestinales', explica Darpón, quien recomienda a los padres con hijos afectados un tratamiento de 'cama, muchos líquidos y algún analgésico para bajar la fiebre'.
Ante la gran afluencia de pequeños pacientes a los hospitales, el responsable vasco de atención sanitaria pide a los padres 'reservar las urgencias para otras cosas porque los niños que están más graves, a veces, corren el riesgo de esperar'.
Igual que las urgencias hospitalarias, los pediatras han aumentado entre un 50% y un 200% el número de pacientes atendidos la semana pasada. También han aumentado los avisos domiciliarios. 'Estamos saturados, con todas las horas cogidas en pediatría', comentan en varios centros de salud consultados. La misma respuesta se obtiene en el centro de atención primaria del Casco Viejo de Bilbao, un barrio donde la población infantil es más bien escasa. Sin embargo, la gripe no está atacando a los que ya han alcanzado la jubilación por las propias características del virus y por el alto porcentaje de vacunación antigripal que se registró en la campaña de Osakidetza. En septiembre y octubre pasados, el 65% de los mayores de 65 años se vacunó contra la gripe, en una campaña voluntaria que ha costado un total de 1,2 millones de euros.
De ésta cantidad, las dosis inyectadas a la población de riesgo, siguiendo las recomendaciones que cada año ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el hemisferio norte y sur del planeta, alcanzaron un coste de 1.030.000 euros. 'En marzo o abril ya tiene la OMS la previsión del virus de la gripe del año siguiente', comenta Darpón, quien recomienda 'calma' a la población porque el virus mutante apenas está provocando ingresos hospitalarios y la situación está 'bajo control', asegura.
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