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La empresa ha sido acusada de violar derechos humanos en India

Jorge Marirrodriga

Una planta productora de energía de la empresa Enron en India es responsable de la violación de los derechos humanos de residentes en la zona, según denunció la organización internacional humanitaria Human Rights Watch (HRW). 'Enron está siendo acusada ahora de arrogancia y falta de transparencia, pero los vecinos de Dabhol lo saben desde hace tiempo', señaló Arvin Ganesa, de la División de Derechos Humanos y Negocios de HRW.

Todo comenzó en 1992 cuando Enron invirtió en una central eléctrica en Dabhol -el negocio terminó siendo ruino-so- a través de su filial india Dabhol Power Corporation. Los agricultores de la zona acusaron a la empresa de haberse apropiado de sus tierras y de que apenas les quedaba agua suficiente para sus necesidades. Diversos grupos advirtieron sobre los peligros medioambientales que representaba la industria y la prensa india comenzó a hacerse eco ampliamente de las denuncias.

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Los vecinos más activos en las protestas empezaron a ser detenidos bajo falsas acusaciones. La policía local entraba en los pueblos cercanos donde vivían destacados opositores y detenía indiscriminadamente a sus habitantes. En algunas manifestaciones fueron detenidas hasta 180 personas. Según HRW la propia Dabhol Power Corporation pagaba a la policía estacionada permanentemente en las cercanías de la planta para hacer frente a las protestas. Enron se justificaba diciendo que las quejas sobre abusos de los derechos humanos deberían ir dirigidas contra la policía o el Gobierno local.

Mientras, el Gobierno de EE UU decidió apoyar financieramente el proyecto con préstamos garantizados de unos 300 millones de dólares (333 millones de euros), a pesar de que el Banco Mundial se negó repetidamente a hacerlo por considerar el proyecto 'no viable económicamente'. La Casa Blanca ha reconocido que el vicepresidente, Dick Cheney, defendió los intereses de Enron ante altos funcionarios indios.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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