Arafat mantendrá el alto el fuego pese a las amenazas de los radicales palestinos
Piqué exige al líder de la ANP pruebas de que es ajeno al tráfico de armas del 'Karine-A'
Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), se comprometió ayer ante el ministro español de Exteriores y presidente de turno del Consejo de Ministros de la UE, Josep Piqué, a mantener el alto el fuego y las medidas disciplinarias necesarias para que se cumpla, a pesar de las amenazas proferidas por organizaciones como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) tras el arresto de su líder, Ahmed Saadat. Piqué exigió a Arafat pruebas de que la ANP es ajena al tráfico de armas del buque Karine-A.
El FPLP amenazó ayer a los jefes de seguridad de la ANP, mientras el Frente de Rechazo, agrupación de las organizaciones radicales palestinas que tiene su sede en Damasco, donde Piqué llegó anoche, advertía de que las medidas disciplinarias adoptadas por Arafat para hacer observar el alto el fuego son un atentado contra la unidad palestina.
Arafat declinó comentar si estos sucesos anuncian una guerra civil entre palestinos, como le preguntó un periodista, y se limitó a responder: 'Existe una decisión política de la Autoridad Nacional Palestina que se va a seguir aplicando hasta conseguir la paz'. Piqué subrayó, a propósito de estas palabras, que 'el compromiso de transparencia' del líder de la ANP 'debe ser valorado especialmente por todos, ya que puede permitir encauzar políticamente el proceso de paz, como todos queremos'.
Agobiado por la presión simultánea de sus radicales y de los tanques israelíes, que ayer bloquearon otras cuatro ciudades palestinas y ni siquiera permite, desde hace tres meses, que Arafat salga de Ramala, el líder de la ANP matizó sus iniciativas. Evitó, por ejemplo, hablar ante los periodistas de arresto o detención de Saadat, una de las tres personas señaladas por Israel como presunto mentor del asesinato del ministro de Turismo, Rejavam Zeevi, y dijo que el líder del FPLP 'ha sido objeto de medidas, por exigencias internacionales de seguridad israelí, para saber qué información tiene sobre el caso'. Pero Arafat se empeñó, sobre todo, en desmentir cualquier implicación, no ya suya personal, de la que los israelíes han reconocido ante Piqué que no tienen pruebas, sino de la ANP en el caso del Karine-A, el buque aprehendido en el Mar Rojo con 50 toneladas de armas. El presidente palestino tachó de 'falsas' las acusaciones del Gobierno de Ariel Sharon contra Fuad Shubaki, jefe de Finanzas de la ANP, arrestado por esos hechos en Ramala a petición de Israel, y aseguró: 'No tenemos ninguna relación ni de cerca ni de lejos' con el Karine-A. 'Tampoco', añadió, 'tenemos ninguna relación militar con Irán', que, según los israelíes, envió las armas.
Piqué exigió, no obstante, a Arafat que presente pruebas que contrarresten las que esgrimen los israelíes sobre la presunta implicación de la ANP en este tráfico que viola los acuerdos de Oslo y permite decir a Sharon que el líder palestino no es fiable. Arafat invitó a Piqué a enviar un representante de la UE que participe en la comisión de investigación sobre el barco nombrada por la ANP. Piqué rechazó la oferta e indicó a Arafat que se entienda primero con Israel, que quiere interrogar a Shubaki.
El líder palestino, que lamentó públicamente que Israel no hace más que exigirle condiciones sin ceder a cambio en nada, ha aceptado que el cumplimiento efectivo de los arrestos de los territorios pueda ser controlado desde Jerusalén por el equipo del representante permanente de la UE en la zona, Miguel Ángel Moratinos, con medios electrónicos como los brazaletes que ya se utilizan en Europa. El Gobierno israelí pone en duda que las detenciones anunciadas por Arafat se cumplan y ha pedido a Moratinos que garanticen que los arrestos son efectivos. Arafat también se muestra dispuesto a que las ONG relacionadas con movimientos integristas, como Hamas, sean sustituidas por otras laicas. Piqué invitó a Arafat a visitar España.
Por su parte, la Comisión Europa ha elaborado un inventario de daños causados por represalias del Ejército israelí a instalaciones palestinas financiadas con fondos de la UE, informa Bosco Esteruelas. La suma asciende a casi diez millones de euros, de los cuales la mayor parte corresponden al aeropuerto de Gaza, en cuya construcción, además de la Unión, participaron individualmente España y Alemania.
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