La madrastra
'España era a la vez el catolicismo y el sistema de poder social heredado, orden, propiedad, familia, tradición, autoridad, antiliberalismo, anti-Ilustración; como la anti-España era la revolución, pero también la civilización moderna, el mundo urbano, laico, materialista, sin Dios'. Es una frase de Mater dolorosa, historia de España de José Álvarez Junco (Taurus, 2002). Se comprende mejor porque algunos no elegimos ser la anti-España, sino que nos arrojaron a ella.
Se están publicando versiones de la historia de ustedes, que quizá no lleguen nunca a borrar la machaconería que, añadida al crimen y al repudio, consiguen versiones santas. La de Javier Figuero, Si los curas y frailes supieran... (Espasa, 2001), se refiere a esa salvajada de la religión de presa. Tomo no una frase del autor, sino una que cita Savater: 'No encontramos otra institución tan nefasta como la Iglesia en la historia moderna de España'. No habrá visto la antigua. Léase la historia de la bestia parda a la que llamaron 'la monja de las llagas', enemiga de Lucifer y amiga de Isabel II, para la fusión 'del Trono y del Altar', en el libro de Carandell Diez siglos, diez historias (Maeva); la última frase es de (casi) este tiempo, y dice: 'Francisco Franco puso en juego toda la frialdad de que era capaz para rodear de un muro de silencio el nombre de su hermano'. De Ramón Franco, el héroe del Plus Ultra, comunista y masón, que se puso al servicio de su hermano el faccioso y nos bombardeó en Valencia (nos, en este momento yo estaba debajo del canalla). Discrepo de la frialdad de Franco, que despachó a su padre muerto en un burdel entre Fuencarral y Hortaleza con cuatro líneas en los periódicos y que fusiló a su primo nada más desembarcar en Tetuán. También discrepo de la expresión Mater dolorosa que se aplicó tanto a España, como en el título de Álvarez Junco. España nunca sufrió, porque era de sus propietarios. Sufrieron los proletarios: la prole engendrada por quienes estaban para eso.
(El interés de estas historias: revelar lo oculto, explicar el presente: 'El catolicismo y el sistema de poder social heredado, orden, propiedad, familia, tradición, autoridad, antiliberalismo, anti-Ilustración'. Hoy, cuando un investigador huye porque aquí no le dejan trabajar con células humanas. Cuando el liberalismo ya es suyo).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.